Las manifestaciones de dermatitis atópica, suelen confundirse con dermatitis seborreica en los bebés, y con psoriasis en niños y en adultos.
La dermatitis atópica (DA) es una de las enfermedades dermatológicas crónicas más frecuentes en edad pediátrica, afectando aproximadamente a un 10 % de los niños en alguna etapa de su vida; en la mayoría de los casos, cerca del 60 %, la enfermedad se empieza a manifestar en los primeros años de vida.
A pesar de que el diagnóstico de la dermatitis atópica es clínico, los profesionales de la salud tienen en cuenta algunos síntomas que ayudan a discernir la condición, pues es común que se confunda con otras enfermedades dermatológicas que poseen características similares.
Para ahondar más en el tema, la Revista de Medicina y Salud Pública conversó con la dermatóloga, Dra. Marely Santiago, quien aseguró que "en los infantes, la dermatitis atópica se tiende a confundir con dermatitis seborréica, y en la adultez, se suele confundir con la psoriasis".
Psoriasis vs. Dermatitis atópica
Esto sucede, porque generalmente, en los bebés las lesiones de la dermatitis atópica aparecen en el rostro y en las áreas extensoras. Conforme van creciendo los niños, estas manifestaciones de la enfermedad pueden ser similares a las de psoriasis, generando confusión, aunque su distribución no es igual, siendo este un factor imprescindible para un correcto diagnóstico.
Mientras que el eccema suele aparecer con frecuencia en las áreas de pliegue de la piel, como codos o detrás de las rodillas; la psoriasis surge en áreas extensas y variadas, como el cuero cabelludo, el cuello, espalda, párpados, manos, uñas, entre otros.
Causas completamente distintas
Según la literatura médica, la psoriasis responde a un trastorno autoinmune; sin embargo, sí se conocen que algunos factores como la obesidad, los cambios hormonales, el estrés o la insuficiencia de vitamina D pueden exacerbar los síntomas de la condición.
Por otro lado, en la dermatitis atópica se guarda bajo consideración el patrón familiar, pues sí hay una predisposición hereditaria y, además, está relacionada con otras afecciones como asma, rinitis o alergia a algunos alimentos. Asimismo, con el deterioro de la función de la barrera de la piel, que tiende a volverla más sensible a agentes externos irritables que facilitan su aparición.
"Los pacientes con dermatitis atópica tienen comprometida la piel, así que es mucho más común que tengan reacciones alérgicas a diferentes agentes", confirmó la experta. De hecho, hay distintas pruebas de laboratorio que facilitan reconocer los agentes causantes de inflamación o exacerbaciones de la dermatitis, para de esta manera, reconocerlo y evitarlo. "Esto es, básicamente, lo más importante del tratamiento".
¿Qué ocurre con la dermatitis atópica?
El picor, o el prurito, es el signo que acompaña a esta enfermedad en todo momento. Clínicamente, es reconocido como la erupción papular y vesicular, con edema y exudación y costra.
"La lesión primaria de la DA, es el picor; poco a poco hay un enrojecimiento en el área afectada y luego se forma una placa engrosada, y las lesiones se ponen resecas".
Por lo general, después de que el dermatólogo ya tenga determinada la enfermedad, se empieza con un tratamiento. Sobre todo, es indispensable que el paciente pueda ayudarle a identificar al médico qué condiciones y qué elementos tienden a exacerbar la condición.
"Si tenemos pacientes con dermatitis que no mejora, hay que descartar que no sea una dermatitis alérgica, o algún compuesto químico, porque con la DA, es más común que se tengan reacciones alérgicas a diferentes agentes", asegura la dermatóloga Marely Santiago.
Atención integral
La DA, es una de las enfermedades dermatológicas que más impacta de manera negativa a los pacientes, por lo que la recomendación de la dermatóloga Santiago, es que estos pacientes puedan recibir una ayuda integral.
"Esta condición afecta la habilidad de poder ir a la escuela, compromete el no poder dormir tranquilo, y mil razones que termina incapacitando al paciente" concluye la doctora Marely Santiago.
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