Estudio de revisión: opciones de tratamiento disponibles para el hamartoma hipotalámico

Histopatológicamente, se caracterizan por racimos neuronales con una configuración similar a una uva y niveles bajos de Ki-67, indicando baja capacidad proliferativa.

Mariana Mestizo Hernández

    Estudio de revisión: opciones de tratamiento disponibles para el hamartoma hipotalámico

    Los hamartomas hipotalámicos, lesiones congénitas no progresivas ocurridas durante el desarrollo fetal, presentan una complejidad anatómica que se clasifica en dos subtipos distintos. La primera, la lesión intra-hipotalámica, se conecta al hipotálamo posterior y al tercer ventrículo, siendo frecuentemente asociada a crisis gelásticas. 

    El segundo, la lesión para-hipotalámica, de naturaleza pediculada, se localiza cerca del hipotálamo anterior, el tubérculo cinéreo o el tallo hipofisario, vinculándose a la pubertad precoz mediante un aumento en la liberación de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Esta distinción en la localización de las lesiones añade complejidad a la presentación clínica, caracterizada por crisis gelásticas (epilepsia no convulsiva), deterioro cognitivo y síntomas psiquiátricos.

    Incidencias

    Epidemiológicamente, los hamartomas hipotalámicos son poco frecuentes, afectando a casi 1 de cada 100.000 niños, con una leve inclinación hacia los varones. En su mayoría, estos casos son esporádicos, aunque aproximadamente el 5% está asociado al síndrome de Pallister-Hall, relacionado con una mutación en el gen GLI3. No se han identificado factores de riesgo maternos ni exposiciones fetales específicas.

    Crisis gelásticas

    Desde una perspectiva fisiopatológica, estos hamartomas desencadenan crisis gelásticas mediante una epileptogénesis intrínseca, aunque la base molecular de este fenómeno aún no está completamente esclarecida. Histopatológicamente, se caracterizan por racimos neuronales con una configuración similar a una uva y niveles bajos de Ki-67, indicando baja capacidad proliferativa.

    Presentación clínica

    La presentación clínica puede dividirse en dos categorías principales: epilepsia con síntomas neuroconductuales y pubertad precoz central. Los pacientes con epilepsia suelen experimentar convulsiones gelásticas, que comienzan durante la infancia y están asociadas con retraso del desarrollo, deterioro cognitivo y síntomas psiquiátricos. 

    Aproximadamente el 40% de estos pacientes también presentan pubertad precoz. Los síntomas de esta última incluyen baja estatura, desarrollo mamario, vello púbico, maduración de los órganos reproductores, voz más grave y acné, manifestándose a partir del año de edad.

    Evaluación diagnóstica

    La evaluación diagnóstica es crucial y se realiza principalmente a través de la resonancia magnética (RM) cerebral con y sin contraste, siendo esencial centrar las imágenes en la región hipotalámica. La tomografía computarizada (TC) craneal y la electroencefalografía (EEG) también contribuyen al diagnóstico, aunque la EEG suele ser normal durante las crisis gelásticas.

    Manejo de la condición

    El tratamiento y la gestión de estos hamartomas requieren un enfoque personalizado basado en la evaluación detallada de cada paciente. En casos de convulsiones gelásticas leves, la observación puede ser recomendada, mientras que las manifestaciones más graves pueden requerir cirugía para prevenir epileptogénesis secundaria. 

    La cirugía de resección abierta proporciona los mejores resultados, deteniendo no solo las convulsiones, sino también los síntomas neurocognitivos, conductuales y psiquiátricos. Otras opciones incluyen la radiocirugía con bisturí de rayos gamma, la termoablación estereotáctica, medicamentos antiepilépticos y agonistas de la GnRH para tratar la pubertad precoz.

    El pronóstico varía según la modalidad de tratamiento, siendo la cirugía la más efectiva, con una reducción potencial del 90% en la frecuencia de las convulsiones. Sin embargo, las complicaciones sistémicas y relacionadas con el tratamiento deben ser consideradas, incluyendo problemas neurovasculares, infecciones y deterioro cognitivo.

    El manejo integral de los hamartomas hipotalámicos requiere la colaboración de un equipo interprofesional que incluya pediatras, endocrinólogos, neurólogos, neurocirujanos y neurorradiólogos. La educación del paciente y su familia es esencial para tomar decisiones informadas y gestionar expectativas. La atención interprofesional debe basarse en la evidencia y en una comunicación eficaz para lograr los mejores resultados en el tratamiento de estos casos complejos.

    Acceda al estudio completo aquí.


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