Los avances de la medicina en el seguimiento de pacientes con problemas del corazón cada vez integra nuevas facilidades modernas.
La tecnología aplicada a la medicina cardiovascular ha tenido un avance significativo en los últimos años. Hoy en día, los pacientes con problemas del corazón como las arritmias o irregularidades en el ritmo cardíaco pueden contar con varias alternativas para tener un seguimiento temporal o permanente y así evitar complicaciones a largo plazo que puedan afectar gravemente su salud.
Sobre el tema, el Dr. Francisco Pérez Gil, electrofisiólogo del Centro Médico Episcopal San Lucas, destacó las facilidades que ofrece el Hospital para los pacientes que padecen arritmias cardíacas o que incluso tienen la sospecha de sufrir estas afecciones.
Holters 24 horas
“En el 2023 tenemos herramientas para diagnosticar estos problemas de ritmo cardíaco, inicialmente el más sencillo es un electrocardiograma que va a demostrar la actividad eléctrica del corazón. También existen unos holters por 24 horas y monitorean el ritmo cardiaco de los pacientes”, explicó el especialista.
Las arritmias cardíacas pueden ser difíciles de detectar si el paciente no acude de forma inmediata al médico cuando las presenta, por lo tanto, estos dispositivos tecnológicos ayudan a identificar cualquier irregularidad, para así tratar la afección.
Sin embargo, el Dr. Pérez indicó que “lamentablemente con un holter quizás el 30 a 40 % de los pacientes son diagnosticados. Por eso necesitamos herramientas más poderosas”.
Monitores implantables a 30 días
Otro equipo que permite detectar las arritmias cardíacas, son los monitores que evalúan la actividad cardíaca en un periodo de 30 días, ampliando el margen de detección y el porcentaje de pacientes que pueden ser diagnosticados.
“Tenemos monitores de 30 días, parecidos a un holter, pero más sencillos. Los pacientes pueden llevar una vida completamente normal y a los 30 días podemos capturar el 80 a 85 % de los pacientes”, destacó el electrofisiólogo.
Pese a ello, existen dispositivos con un periodo de seguimiento no de meses sino de años, los cuales ayudan a que los pacientes estén monitoreados continuamente y de forma anticipada los médicos conozcan si pueden llegar a presentar una arritmia.
Monitores a 3 años por Bluetooth
“Todavía tenemos un 15 % de los pacientes que no podemos diagnosticar, pero hoy en día tenemos unos monitores implantables pequeños que se inyectan debajo de la piel, se conectan al teléfono por Bluetooth y los pacientes están monitoreados por 3 años”, dijo.
Cabe mencionar que estas tecnologías mencionadas anteriormente son inyectables o implantables, pero los pacientes pueden continuar su vida diaria con normalidad.
Uso de dispositivos móviles para el monitoreo cardíaco
“Para los pacientes que no quieren ser implantados o inyectados con estas tecnologías, hay buenas noticias, la (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) FDA aprobó el último modelo del iPhone como una herramienta para monitorear. El futuro es el monitoreo remoto. La mayor parte de nuestros pacientes tienen la capacidad de monitorearse remoto”, afirmó el Dr. Pérez.
En el Centro Médico Episcopal San Lucas cuentan con estas alternativas de monitoreo cardíaco y otras facilidades para atender a los pacientes. Por eso, el Dr. Pérez enfatizó en la importancia de que los pacientes acudan al médico para ser chequeados.
“Nosotros tenemos la capacidad de tratar a estos pacientes, más allá de medicamentos, podemos curar muchas de estas afecciones. Los pacientes que tienen palpitaciones es importante que busquen ayuda con un médico primario que los puede canalizar hasta un cardiólogo o electrofisiológo que puede hacer un diagnóstico certero y un tratamiento formal definitivo curativo”, sugirió.
En Puerto Rico, los especialistas han evidenciado un aumento en la incidencia de arritmias cardíacas, comparada con años anteriores, debido a que los factores de riesgo principalmente son la edad, hipertensión, diabetes, obesidad y enfermedad coronaria, condiciones con alta prevalencia en la población.
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