Aunque se asocia con noticias trágicas o profunda tristeza, el efecto detonador del "corazón roto" no está precisamente en el órgano cardíaco sino, en la amígdala cerebral.
Los científicos de Harvard y Mass General han estado estudiando las conexiones entre el corazón y el cerebro durante años, iluminando una de las expresiones de amor más extremas y potencialmente mortales.
El síndrome del corazón roto tiene otros nombres, incluyendo "miocardiopatía por estrés" y "síndrome de takotsubo", este último lo recibe ya que la dolencia causa malformación cardíaca, con el ventrículo izquierdo hinchándose hasta que el órgano se asemeja a una olla de pulpo tradicional japonesa, o takotsubo.
El papel del estrés en el síndrome de takotsubo
Ahmed Tawakol, cardiólogo de MGH y profesor asociado de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, dirigió un estudio de 2021 que investigó las raíces de la afección, utilizando una base de datos masiva de imágenes de PET / CT. Las imágenes no eran del corazón, sino del cerebro, lo que permitió a los investigadores rastrear el papel que desempeña el estrés en el síndrome.
El equipo observó los escáneres de pacientes que desarrollaron el síndrome del corazón roto y los comparó con pacientes que se sometieron a escáneres similares pero que no desarrollaron la afección.
Los investigadores encontraron que aquellos que desarrollaron el síndrome tenían una actividad elevada en la amígdala, parte crucial del cerebro para la respuesta del estrés en el cuerpo. Además, evidenciaron que cuanto mayor era la actividad, más fácil se presentan los síntomas cardíacos, y aquellos que presenciaron alta actividad de la amígdala experimentaron la afección dentro de un año.
"La actividad cerebral en realidad afectó el momento de takotsubo, lo que para mí fue muy sorprendente, porque la historia clásica es que alguien desarrolla el síndrome del corazón roto al escuchar noticias trágicas", dijo Tawakol.
"Investigamos los eventos precipitantes reales y descubrimos, al igual que otros grupos, que no siempre son las noticias trágicas las que desencadenan la afección. Podría ser una colonoscopia o una fractura de fémur. Así que hay un montón de pequeñas cosas que pueden precipitar el síndrome de takotsubo", complementó.
Factores influyentes en el síndrome del corazón roto
Al igual que muchos médicos, Tawakol había sido consciente durante mucho tiempo de las conexiones entre la depresión, el estrés y las enfermedades cardíacas. Pero una vez asumió que los vínculos eran asociativos y que otros factores eran los verdaderos culpables, como cuando la depresión lleva a alguien a fumar más o a dejar de tomar medicamentos para el corazón.
"Resulta que es la forma incorrecta de ver el problema, porque si asumes que se debe a estas otras cosas, entonces harías menos esfuerzo para interrumpir los verdaderos mecanismos causales", dijo Tawakol. "Entonces, comenzamos a investigar estos mecanismos potencialmente causales y nos llevó a preguntarnos primero: '¿Los mecanismos neuronales relacionados con el estrés crónico conducen a la enfermedad cardiovascular?'".
Se ha demostrado que una mayor actividad en la amígdala aumenta la inflamación, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y otros factores relacionados con la mala salud. Pero Tawakol dijo que no se deben tratar de eliminar esas respuestas ya que las personas las necesitan durante los eventos estresantes de la vida. La clave, es que la respuesta al estrés sea contrarrestada por los efectos reguladores de la corteza prefrontal.
Influencia de la amígdala
El cardiólogo Michael Osborne, uno de los colaboradores de Tawakol y profesor asistente en la Facultad de Medicina, está de acuerdo con que una amígdala adecuadamente activa es esencial. En el caso de los trabajadores de emergencia y los médicos, por ejemplo, se necesitan respuestas ante el estrés para realizar sus tareas de salvamento, subrayando el papel modulador de la corteza prefrontal.
"La amígdala es lo primero que te sacude si vieras un tigre en la calle", dijo Osborne. "La corteza lo anula cuando te das cuenta de que está afuera y tú estás adentro, así que estás bien".
El estrés, no el amor, es el factor crítico en el síndrome del corazón roto, el cual se confirma por la gama de otros desencadenantes de la afección, incluida la lesión cerebral aguda y la hipoglucemia grave. Incluso eventos positivos, como un equipo de fútbol que gana un campeonato, han sido implicados.
Las investigaciones han demostrado que los sobrevivientes de este síndrome, no presentan daño duradero en el corazón, en comparación con los pacientes cuyos episodios son causados por obstrucciones de los vasos sanguíneos.
Armados con el entendimiento de que el estrés elevado subyace al síndrome, Osborne y Tawakol están investigando los beneficios potenciales de la meditación, el ejercicio, la medicación y otras intervenciones. Una barrera es que la afección es rara, lo que complica los esfuerzos para seleccionar a los mejores candidatos para el tratamiento.
"El desafío es encontrar formas sin imágenes para identificar a los que están en riesgo para permitirnos intervenir", dijo Osborne.
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