Los síntomas son reversibles en medida de que se pueda resolver a tiempo, cada minuto se pierden dos millones de neuronas mientras ocurre un evento cerebrovascular.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con el Dr. Julio Rodríguez, neurólogo, se abordan las causas, síntomas y la urgencia del tratamiento en los casos de ataque cerebrovascular isquémico, destacando la importancia de actuar rápidamente para prevenir daños irreversibles en el cerebro.
"En Puerto Rico por décadas le llamábamos derrames a todos los eventos cerebrovasculares y la realidad es que los derrames son los sangrados dentro de la cabeza", señala Rodríguez.
Isquémico vs. Hemorrágico
El Dr. Rodríguez aclara que existen dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares: los isquémicos y los hemorrágicos. Los isquémicos son mucho más comunes, representando alrededor del 80% de todos los casos. "Los más comunes son los isquémicos, que son aquellos eventos donde se tapan las arterias", explica. "Estas arterias se pueden tapar porque se forma un coágulo o porque la presión alta impide que llegue suficiente sangre y la arteria colapsa".
Un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico ocurre cuando se bloquea o reduce el flujo sanguíneo al cerebro, impidiendo que el tejido reciba oxígeno y nutrientes, lo que causa la muerte de las neuronas.
En el ACV hemorrágico, un vaso sanguíneo se rompe y provoca sangrado, aumentando la presión y dañando las neuronas. Ambos son emergencias médicas, y recibir atención inmediata puede minimizar el daño cerebral y otras complicaciones.
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¿Cómo identificar un ataque cerebrovascular? La regla "BE FAST
El Dr. Rodríguez menciona una regla sencilla para identificar los síntomas de un ataque cerebrovascular: BE FAST
"La B es problema de balance, que de repente la persona esté caminando y se caiga, pierde el balance súbitamente, la E es de "eyes" de los ojos podemos tener síntomas súbitos de la visión, teniendo pérdida de visión, visión borrosa, visión doble, la F es de "face" debilidad súbita de la cara que el paciente se le doble su expresión facial, la A es de "arm" del brazo, que el brazo se le caiga a la persona, que no lo pueda mover o que tenga problemas de sensación de brazo, la S es de "speech" o de hablar y ahí nos vamos a la famosa lengua pesada que el paciente tiene la lengua lenta o pesada al hablar, pero también incluye problemas de comunicación y la T es del tiempo, de obviamente llamar al 911"
Factores de riesgo y prevención
Uno de los factores que contribuye al desarrollo de un ataque cerebrovascular isquémico es la aterosclerosis, el proceso por el cual las arterias se tapan por la acumulación de grasa. Este proceso se agrava si hay hipertensión o diabetes descontrolada. "Las arterias se van tapando con la edad, pero este proceso puede empeorar si la presión está alta, si la diabetes está descontrolada", indica el experto. "También hay factores genéticos que aumentan la propensidad a estos eventos, especialmente si hay antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares".
Sin embargo, Rodríguez resalta que la mayoría de estos eventos son prevenibles. "La realidad es que la gran mayoría de estos son prevenibles", asegura el neurólogo, haciendo un llamado a la importancia de un estilo de vida saludable y el control de las enfermedades crónicas.
La rapidez con la que se recibe tratamiento para un accidente cerebrovascular isquémico es crucial para minimizar el daño cerebral. "Cada minuto que pasa durante un evento cerebrovascular se pierden dos millones de neuronas", alerta Rodríguez. Por lo tanto, "es vital actuar rápidamente para evitar daños irreversibles".
El neurólogo recalca que los síntomas pueden ser reversibles si se trata a tiempo. "Si el paciente lleva 24, 48 o 72 horas con síntomas, es difícil que haya una recuperación total", advierte. No obstante, añade que muchos pacientes experimentan mejoras significativas con el tratamiento adecuado. "Tener un stroke no es tener una sentencia de muerte como antes se podía pensar que lo era"
Uno de los tratamientos más efectivos para un ataque cerebrovascular isquémico es el uso de medicamentos para disolver el coágulo en las primeras horas del evento. "Time is brain", enfatiza el Dr. Rodríguez. "Mientras más rápido se atienda, hay tratamientos específicos para los eventos isquémicos. Cuando una arteria está tapada, en las primeras cuatro horas y media se pueden administrar medicamentos para tratar de romper ese coágulo", concluye el neurólogo.
El mensaje es claro: en caso de sospecha de un ataque cerebrovascular, cada segundo cuenta. La rapidez en la atención médica puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa o secuelas permanentes.
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