La alfa-sinucleína, está vinculada a conductas motoras intensas y pesadillas durante el sueño REM, lo que podría ser una señal temprana de condiciones como el párkinson y la demencia con cuerpos de Lewy.
Un estudio pionero del Hospital Clínic de Barcelona, liderado por los neurólogos Alex Iranzo y Gerard Mayà, ha confirmado la presencia de la proteína alfa-sinucleína en los cerebros de personas diagnosticadas con trastorno de la conducta del sueño REM, incluso en ausencia de síntomas evidentes de párkinson o demencia.
Este trabajo refuerza la hipótesis de que el trastorno podría ser un marcador precoz de enfermedades neurodegenerativas, proporcionando una nueva perspectiva para el diagnóstico y tratamiento.
El trastorno de la conducta del sueño REM, que afecta principalmente a hombres mayores de 50 años, se caracteriza por movimientos bruscos, pesadillas violentas y falta de relajación muscular durante la fase REM.
Los pacientes suelen "actuar" sus sueños, golpeando, gritando o cayéndose de la cama. Según investigaciones previas de Iranzo, hasta un 90 % de quienes padecen este trastorno desarrollarán párkinson o demencia con cuerpos de Lewy en un periodo de 14 años.
Gracias a donaciones de cerebros de pacientes fallecidos, los investigadores analizaron 20 casos: 17 desarrollaron enfermedades neurodegenerativas, mientras que tres solo presentaron el trastorno del sueño REM.
En todos los cerebros estudiados se identificaron depósitos de alfa-sinucleína, una proteína tóxica relacionada con el párkinson y la demencia con cuerpos de Lewy. "En los pacientes que no presentaron síntomas de párkinson o demencia, la alfa-sinucleína estaba localizada en el tronco del encéfalo, una región donde ya se observaba cierta pérdida neuronal, aunque el paciente no lo notara", explicó Mayà.
El equipo también observó un patrón de progresión de la proteína: a medida que ascendía desde el tronco del encéfalo hacia regiones superiores, aparecían signos de párkinson.
Cuando alcanzaba el sistema límbico y el córtex, surgían los primeros síntomas cognitivos y demencia. Este proceso plantea que el trastorno del sueño REM puede ser la primera manifestación detectable de un deterioro cerebral que se desarrolla durante años.
Otro hallazgo, fue el solapamiento de proteínas en etapas avanzadas de las enfermedades. Aunque la alfa-sinucleína domina en el párkinson y la demencia con cuerpos de Lewy, los investigadores encontraron que los pacientes también presentaban depósitos de beta amiloide, típicos del alzhéimer.
Según Mayà, "esto refuerza la idea de que, en fases avanzadas, el daño cerebral implica múltiples proteínas tóxicas, lo que dificulta el diagnóstico y tratamiento".
Estos resultados y la comprensión del estudio, podrían cambiar el enfoque diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas, tradicionalmente basado en síntomas clínicos visibles como temblores o deterioro cognitivo.
Mayà menciona que ahora se avanza hacia un diagnóstico molecular, similar al que se aplica en oncología, lo que permitirá detectar estas patologías en etapas más tempranas y personalizar los tratamientos.
Aunque tratamientos recientes como el anticuerpo monoclonal lecanemab han mostrado avances en el alzhéimer, en el caso del párkinson los ensayos con fármacos como prasinezumab y cinpanemab no han tenido éxito.
Iranzo señala que estos tratamientos podrían haber fallado porque se administraron demasiado tarde, cuando la enfermedad ya había causado un daño irreversible. "Si logramos tratar a los pacientes al inicio del inicio, como en el caso del trastorno del sueño REM, podríamos frenar la progresión", afirmó el neurólogo.
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