Un trasplante renal pediátrico restablece la función del órgano, asegurando un correcto desarrollo en talla y en peso, impactando en la vida social y psico-intelectual de los pacientes
Puerto Rico, historia de los trasplantes de riñón en la población infantil
La historia de los trasplantes en la Isla dentro del área pediátrica surge a finales de los años 70 en Ponce, y de ahí se mueven al Hospital de Veteranos, dónde, ya para inicios de los años 80, pasan al Hospital Auxilio Mutuo hasta el año 2013, durante todos esos años se hicieron más de 100 trasplantes en pacientes infantiles.
Para el 2013, el Dr. Eduardo Santiago Delpín, fundador de esta área en el Auxilio Mutuo, se retira y existe un periodo de receso desde el 2013 y hasta el año 2017, durante el cual los trasplantes pediátricos en la Isla se realizaban bajo el programa de trasplante general dónde se atendían pacientes menores y adultos.
Luego de esto, se crea el programa de trasplante de riñón pediátrico, con el fin de especializar toda esta área, entendiendo que “en términos de las condiciones que llevan a los pacientes pediátricos a requerir un trasplante son un tanto distintas a los adultos”, esto se debe a que, muchas veces, en el caso de los pacientes adultos, la necesidad de trasplante es resultado de alguna enfermedad, como diabetes o hipertensión, que ha llegado a dañar el riñón”, confirma la Dra. Nilka de Jesús González, Nefróloga Pediátrica y Directoral del Programa de Trasplante de Riñón Pediátrico, en el Hospital Auxilio Mutuo.
¿Cuáles son las condiciones para que un menor requiera un trasplante?
En el caso de los niños, muchas veces son “condiciones con las que ellos nacen, que en los primeros años de vida, disminuye la función renal y requieren ser trasplantados desde los 3 años, que es la niña más pequeña que hemos atendido”, como lo confirma la Dra. González.
Según la Fundación Americana de Riñón, se calcula que 1 de cada 65,000 niños tienen falla renal en los Estados Unidos cada año, quienes viven con esta condición de una forma muy distinta a como lo hacen los adultos.
Asimismo, se confirma que al no funcionar como es debido, este órgano acumularía muchos desechos, lo que puede llevar a una falla en el funcionamiento y desarrollo del cerebro del niño y causarle dificultades para el aprendizaje.
Tipos de trasplante de riñón en Puerto Rico.
Existen dos tipos, y se derivan del tipo de donante, ya sea vivo o fallecido.
“En Puerto Rico, la fuente de donantes principal son los donantes fallecidos, y son los que regularmente conocemos. Cuando van a una lista de espera es mediante este tipo de donante, en el cual bondadosamente la persona que fallece o sus familiares ofrecen una oportunidad de vida a esa otra persona, en el caso de los pacientes pediátricos que están comenzando su vida”, confirma la doctora Nilka.
Desde el 2017 y hasta el 2022, y se han realizado 22 trasplantes donde el paciente de menor edad es de 3 años, y a la fecha todos estos pacientes han evolucionado satisfactoriamente y, por ello, se sigue invirtiendo en esfuerzos para continuar ofreciendo el servicio en la Isla y poder hacerlo para todo el caribe.
Proceso de selección y listas de espera
La nefróloga pediátrica explica que, cuando un paciente va a la lista de espera, esta "es manejada por una organización que es contratada por el Departamento de Salud de los Estados Unidos, la organización es la Red Unida para Compartir Órganos (UNOS)”, confirma la Dra. de Jesús.
La experta además confirma el procedimiento que se da en este tipo de donación, en primer lugar los hospitales cumplen con ingresar la información de la persona que necesita el trasplante e ingresarlo en la lista de espera; seguido por la información que agregan quienes recuperan el órgano y agregan la información del donante, para que UNOS, en su facultad de mediador, defina por medio de un pareo, quien dispone del órgano según la lista.
“Los pacientes pediátricos hasta el presente tienen una prioridad bajo el precepto de que, uno espera que tengan una mayor duración de vida, y, por lo tanto, las políticas actuales que hay para distribuir los órganos le dan prioridad, no son los únicos, personas que tienen un segundo trasplante y donantes vivos que necesiten un órgano, van al tope de la lista”, confirma la Dra. González.
Así mismo, también se da la opción de que los donantes puedan ser el padre o la madre, un/a hermano/a u otros parientes, que tienden a ser donantes ideales porque a menudo tienen el mismo tipo sanguíneo y compatibilidad de tejidos.
El trasplante es un tratamiento y no una cura
“Cuando nosotros hablamos de un trasplante, siempre hay que recordar que es un tratamiento, no es un cura, es el tratamiento ideal que se quiere para cualquier paciente que tenga enfermedad del riñón tan avanzada que necesite reemplazarlo, siempre y cuando el beneficio del trasplante sea mayor que el potencial riesgo de la cirugía”, destaca la profesional nefróloga, Dra. de Jesús.
"Un paciente pediátrico, el largo de vida de ese riñón trasplantado puede durar entre 10 a 15 años si es de donante fallecido, y tienen que tomar medicamento de por vida, para evitar que el cuerpo rechace el órgano trasplantado, pero en términos generales pueden llevar un estilo de vida similar al de una persona sin este tratamiento”, confluyó la experta.
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