La fibrosis pulmonar es una de las consecuencias sistémicas más comunes de las enfermedades reumatológicas, siendo más frecuente en casos de esclerodermia y miopatías.
Finaliza el segundo día del Congreso EULAR, en el que se conmemoró el aniversario de Moll and Wright, quienes describieron la clasificación de la artritis psoriásica, mediante un repaso de la evolución de los tratamientos para esta condición, y para otras enfermedades como las espondiloartropatías, como la espondilitis anquilosante radiográfica y no radiográfica.
Además, se discutió también los pros y contras de aplicar reducción en la dosis farmacológica en pacientes en remisión, pues algunos expertos señalan que esto puede ocasionar una exacerbación de los síntomas, mientras la contraparte asegura que es una estrategia segura.
Sin embargo, uno de los principales temas que más llamó la atención, fue el abordaje de las complicaciones pulmonares que conllevan algunas enfermedades reumatológicas, pues estas al ser en su mayoría autoinmunes, suelen tener repercusiones en otros órganos, como los riñones, el corazón, los pulmones, la piel, entre otros.
El Dr. Oscar Soto Raíces, reumatólogo y presidente de la Fundación FER, conversó con el Dr. Guillermo Valenzuela, reumatólogo y director médico de Integral Rheumatology & Immunology Specialists (IRIS) en exclusiva para Revista Medicina y Salud Pública, para comentar y discutir la importancia de hablar de este tema.
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Como se mencionaba anteriormente, es importante tener en cuenta que las enfermedades autoinmunitarias no solo afectan al sistema musculoesquelético, sino que también afectan sistemáticamente a todo el cuerpo.
En el caso de los pulmones, enfermedades como la artritis reumatoide pueden ser precursoras de compromiso pulmonar, ocasionando fibrosis.
"Es un proceso inflamatorio que ocurre en el pulmón, similar al que ocurre en las articulaciones. Puede ocurrir en los espacios donde los vasos sanguíneos y las vías aéreas se encuentran, produciendo un fenómeno inflamatorio que convierte, con el tiempo, ese tejido en un tejido fibroso", mencionó el Dr. Valenzuela.
Debemos entender que el tejido pulmonar es elástico, teniendo una amplitud de expansión y contracción determinada durante el proceso respiratorio. Sin embargo, cuando este tejido fibroso (similar a una cicatriz) se expande, el tejido tiende a hacerse más rígido, limitando la expansión y contracción de los mismos.
"Llegamos, entonces, a la conclusión de que la función respiratoria se puede afectar", mencionó el especialista. "Las enfermedades autoinmunitarias pueden estar asociadas con fenómenos respiratorios".
Pero la artritis reumatoide no es la única condición que puede llegar a desencadenar estas complicaciones. Según mencionan los reumatólogos, los pacientes diagnosticados con esclerodermia, miositis o miopatías también suelen tener una alta tasa de compromiso pulmonar.
"No hay que sorprenderse si su reumatólogo, cuando hace un diagnóstico, le pida una prueba de función pulmonar para descartar de base algún tipo de compromiso".
Este tipo de pruebas se realizan para medir la cantidad de aire que pueden contener los pulmones, qué tan bien fluye el aire al entrar y salir de los pulmones, y qué tan bien los pulmones absorben el oxígeno del aire que se respira, y lo transporta a la sangre.
Para ello, se llevan a cabo exámenes como la espirometría, la prueba de volumen pulmonar, la prueba de capacidad de difusión pulmonar y pruebas de ejercicio, mediante las cuales, se pretende detectar indicios de asma, EPOC, enfisema, fibrosis pulmonar e hipertensión pulmonar.
"A veces necesitamos manejar estos pacientes junto con un neumonólogo, para que nos ayude a medir y mantener en la medida de lo posible esa función pulmonar y a optar por ese tratamiento", comentó el Dr. Soto.
Según el Dr. Valenzuela, en este momento se están llevando a cabo varias investigaciones en pacientes con esclerodermia para medir, justamente, el compromiso pulmonar.
"Es muy importante la frecuencia en la cual la esclerodermia afecta los pulmones, por eso en este momento hay tres estudios que están en fase 2 todavía, y se tratan de medicinas orales que tienen la capacidad de inhibir la fibrosis, es decir, la formación de cicatrices dentro del pulmón".
El principal objetivo es, más allá de retardar, eliminar el fenómeno de cicatrización pulmonar.
Además, añadió, "hay otros agentes que están viniendo para entrar ya en fase de investigación", concluyó.
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