¿Se puede prevenir el "rebote" de peso tras la cirugía bariátrica o tratamiento con semaglutida?

La recuperación de peso puede alcanzar entre el 10 % y el 25 % del peso más bajo después de la cirugía y entre el 7 % y el 14 % tras la suspensión de fármacos como liraglutida, semaglutida y tirzepatida.

Katherine Ardila

    ¿Se puede prevenir el "rebote" de peso tras la cirugía bariátrica o tratamiento con semaglutida?

    La recuperación de peso tras una pérdida significativa, conocida como "rebote", es un reto común en pacientes que han utilizado tratamientos farmacológicos o quirúrgicos para combatir la obesidad. 

    La obesidad, considerada una enfermedad crónica, ha visto avances terapéuticos que han permitido lograr reducciones importantes de peso, lo que se traduce en beneficios metabólicos y una mejor calidad de vida. 

    Sin embargo, estudios han demostrado que tanto después de la cirugía bariátrica como tras la suspensión de tratamientos farmacológicos, existe una alta probabilidad de recuperar parte del peso perdido con el tiempo.

    Pacientes sometidos a cirugía bariátrica y a tratamientos farmacológicos  experimentan reganancia de peso

    Investigaciones indican que entre un 30 % y un 70 % de los pacientes sometidos a cirugía bariátrica experimentan reganancia de peso tras cinco años, definida como un incremento del 10 % al 25 % de su peso más bajo. 

    De manera similar, la interrupción de tratamientos farmacológicos con análogos del receptor de GLP-1, como liraglutida, semaglutida y tirzepatida, puede llevar a un aumento del peso en un rango del 7 % al 14 % tras la suspensión del medicamento. 

    Estos datos evidencian la necesidad de estrategias sostenibles para el control de peso a largo plazo.

    ¿Por qué ganamos peso?

    Las causas del "rebote" de peso no están completamente esclarecidas, pero se cree que el organismo intenta regresar al estado de equilibrio previo debido a mecanismos fisiológicos adaptativos.

     Entre estos se incluyen cambios hormonales que aumentan el apetito, reducen la saciedad y disminuyen la tasa metabólica basal, promoviendo una mayor eficiencia energética y una mayor absorción de nutrientes. En este contexto, el cuerpo responde a la pérdida de peso activando señales que favorecen la recuperación del tejido adiposo

    Factores como el estrés, la ingesta de alimentos ultraprocesados y el sedentarismo también contribuyen a la reganancia de peso, reforzando la necesidad de una estrategia multidisciplinaria para su manejo.

    ¿Cómo evitar volver a subir de peso?

    Para mitigar este efecto, se han explorado diversas estrategias. La modificación del estilo de vida mediante una alimentación equilibrada, baja en calorías y rica en vegetales y legumbres ha demostrado ser una opción viable. 

    Además, la incorporación de actividad física regular desde la fase de pérdida de peso parece reducir el riesgo de reganancia. En un estudio reciente con liraglutida, los pacientes que combinaron el fármaco con ejercicio tuvieron una menor recuperación de peso (3.5 %) en comparación con aquellos que solo hicieron dieta o solo usaron el medicamento (8.7 %). 

    Otros enfoques incluyen el uso de dietas restringidas en tiempo y estrategias personalizadas de control de peso, aunque su evidencia aún es limitada.

    Tratamiento farmacológico y cirugía bariátrica 

    En cuanto a las opciones farmacológicas, una estrategia sugerida es no suspender completamente el tratamiento, sino mantener una dosis mínima efectiva a largo plazo. También se ha explorado la posibilidad de introducir otros fármacos como terapia de rescate, aunque la evidencia en este sentido sigue siendo limitada. 

    En el caso de la cirugía bariátrica, los análogos del receptor de GLP-1 han mostrado efectividad en la prevención de la reganancia de peso y son considerados una opción prioritaria. A pesar de estas estrategias, el manejo debe ser individualizado, considerando el perfil metabólico y las necesidades específicas de cada paciente.

    A medida que las terapias avanzan y se generaliza su uso, es crucial seguir investigando estrategias para optimizar la pérdida de peso a largo plazo y minimizar la reganancia. Como señala el Dr. José Gotés Palazuelos, endocrinólogo y especialista en farmacología terapéutica, aún queda mucho por aprender sobre este fenómeno, especialmente en el contexto del uso prolongado de fármacos para la obesidad. 

    La combinación de tratamiento farmacológico, cambios en el estilo de vida y seguimiento médico continuo parece ser la clave para lograr resultados sostenibles y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

    Fuente consultada aquí

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