Está indicada para pacientes con diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2 que requieran insulina para controlar la enfermedad.
Uno de los tratamientos claves para controlar la diabetes mellitus es la insulina. La Glargina es una de ellas; se trata de un análogo recombinante de la insulina humana que desempeña un papel fundamental en el manejo de esta condición.
Entre sus propiedades farmacológicas se destaca que esta insulina tiene la capacidad de regular el metabolismo de la glucosa. A través de diferentes mecanismos, reduce la concentración sanguínea de glucosa, estimulando su captura periférica y frenando la producción hepática de glucosa, entre otros efectos.
¿Para quién está indicada y cómo se administra?
Cabe mencionar que su acción hipoglucemiante es prolongada, lo que la hace adecuada para una administración una vez al día en la mayoría de los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 y 2.
Este tipo de insulina se administra por vía subcutánea y la dosis debe ser adaptada a las necesidades individuales de cada paciente, especialmente en el caso de la diabetes tipo 1.
Contraindicaciones y posibles efectos secundarios
Dentro de sus contraindicaciones se encuentra que no se debe usar en casos de hipersensibilidad a sus componentes o situaciones de cetoacidosis. También existen precauciones relacionadas con la edad, la función hepática o renal, y la administración conjunta con otros medicamentos.
Como cualquier medicamento, la insulina Glargina puede tener efectos secundarios. Entre los más frecuentes está la hipoglucemia, que puede variar en gravedad. También pueden ocurrir reacciones locales en el sitio de inyección, como endurecimiento o prurito.
Su efectividad depende de la supervisión y precaución de los pacientes
Los pacientes que utilizan insulina Glargina deben estar al tanto de las señales de hipoglucemia y saber cómo actuar en caso de urgencia. Es fundamental seguir las instrucciones del médico, programar las citas y no administrar ningún medicamento sin fórmula médica.
Esta insulina es una herramienta esencial en el tratamiento de la diabetes que ha demostrado ser efectiva para controlar los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, su uso requiere precaución y supervisión médica constante para garantizar resultados óptimos y la seguridad del paciente.
Fuente consultada aquí.