La intervención rápida puede marcar la diferencia en términos de morbilidad y mortalidad de los pacientes.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, el 2,4 % de los pacientes que sufren ictus isquémico, presentan convulsiones durante las primeras 24 horas.
La literatura médica refiere que la oclusión de la arteria basilar comprende hasta un 10 % de los grandes accidentes cerebrovasculares de oclusión (LVO) y están relacionados con una morbilidad y mortalidad del 40 % más que los accidentes cerebrovasculares de circulación anterior.
Paciente sufre convulsión repentina
En este caso, los médicos del Departamento de Medicina de Emergencia del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico atendieron a una mujer de 40 años con enfermedad sistémica que presentó una convulsión repentina alrededor de las seis de la mañana.
La convulsión fue presenciada por familiares y personal del servicio de emergencias. Duró aproximadamente 16 minutos, por lo cual intubaron al paciente en el lugar. Al examinarla se evidenció su estado de inconsciencia, desorientación y una postura de descerebración, lo que sugería un daño cerebral severo.
La paciente llegó hacia las siete de la mañana al servicio de urgencias donde le realizaron los estudios de imágenes y hacia las 11 de la mañana fue trasladada al Centro de Accidentes Cerebrovasculares, donde posteriormente en la tarde le realizaron con éxito una trombectomía mecánica.
Este procedimiento consiste en la extracción o fragmentación mecánica de un trombo mediante la utilización de catéteres endovasculares y se utiliza en el tratamiento de un accidente cerebrovascular isquémico.
Oclusión de la arteria basilar
De acuerdo con los médicos que atendieron este caso en Puerto Rico, el estado epiléptico es un síntoma de presentación poco frecuente de los accidentes cerebrovasculares isquémicos.
Por lo anterior, en el caso de la paciente de 40 años fue clave acelerar su estabilización y realizar imágenes de diagnóstico definitivas para brindar un tratamiento adecuado y a tiempo.
De hecho, se estima que las convulsiones son el síntoma de presentación solo en el 5 % de los casos de pacientes con oclusión de la arteria basilar (BAO), siendo una de las condiciones más difíciles de diagnosticar y tratar para los médicos.
Este caso resalta los beneficios que una intervención rápida y una disposición adecuada del paciente pueden tener en términos de morbilidad y mortalidad en pacientes con oclusión de la arteria basilar, especialmente porque la mayoría de los hospitales de Puerto Rico no tienen capacidad para realizar una trombectomía mecánica.
Autores del estudio
John A. Negrón-Medina, MD.
César I. Andino-Colón, MD, FACEP.
Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.