Actualmente, existen pacientes jóvenes diagnosticados con diabetes que presentan complicaciones más graves en menos tiempo.
Puerto Rico tiene una prevalencia del 18% de diabetes y representa una de las poblaciones que tiene mayor tasa de pacientes con estas patologías, que afectan los niveles de azúcar en la sangre.
Ante el incremento de los casos y la identificación de factores de riesgo asociados como la obesidad, la Revista Medicina y Salud Pública dialogó con la Dra. Margarita Ramírez, endocrinóloga y directora de la sección de Endocrinología del Recinto de Ciencias Médicas y la Lcda. Valery Rivera, nutricionista, acerca de las causas, diagnósticos, incidencia y manejo clínico de estas condiciones.
De acuerdo con las especialistas, la diabetes tipo 1 ocurre cuando los pacientes presentan una inflamación en el páncreas que genera un impedimento para producir insulina; sin embargo, esta condición no tiene una alta incidencia. Por otro lado, a causa de la obesidad, muchos de los pacientes diabéticos tipo 1 están desarrollando manifestaciones características de la diabetes tipo 2, representando una alerta para los médicos.
Sobrepeso y Obesidad
La Dra. Margarita Ramírez señala que "el 80-85% de los casos de diabetes tipo 2 son debido a una mala nutrición y sobrepeso. La genética también influye y hay que tener en cuenta el historial familiar del paciente".
También enfatiza que pese al factor de historial familiar, un paciente que mantenga un peso ideal e ingiera comida saludable, tiene menos probabilidad de desarrollar diabetes, "es importante que el paciente tenga conocimiento de esto. Por el hecho de que su mamá o papa es diabético, no tiene por qué terminar en que usted sea diabético".
En este sentido, las especialistas destacan que incluir a la familia en el proceso de tratamiento del paciente con diabetes es indispensable para corregir los hábitos nutricionales y disminuir posibles complicaciones, y más cuando los integrantes de una misma familia tienen sobre peso.
"Hay que hacerle ver al paciente como el sobrepeso puede afectar su calidad de vida a largo plazo" afirmó la endocrinóloga, quien ha tenido pacientes con múltiples complicaciones y han sido amputados y otros han presentado eventos cardiovasculares a causa de la progresión de la enfermedad.
Otro punto importante es el avance de esta condición en la población pediátrica, ya que Ramírez afirma que si "un paciente desarrolla diabetes a los 40-45 años, le van a venir las manifestaciones graves, quizás después de los 70 años. Pero los muchachos que empiezan de adolescentes, muy posiblemente a los 35 años, estarán en diálisis".
"Ahora mismo, lo que estamos viendo con esta obesidad en los niños es que están desarrollando las complicaciones mucho más temprano que los diabéticos tipo 2 usuales" alertó la endocrinóloga.
Relación simbiótica de diabetes y nutrición
La diabetes y la alimentación están correlacionadas, por eso, un paciente en tratamiento de diabetes, necesita de un acompañamiento multidisciplinario del especialista y el nutricionista, que juega un papel importante en el éxito del tratamiento y la remisión.
De acuerdo con la nutricionista, Valery Rivera, lo primero que realizan ante un diagnóstico de un paciente con diabetes, no es indicarle una dieta rigurosa para seguir, sino primero "conocer su estilo de vida, lo qué está dispuesto a cambiar, gustos de preferencias y metas personales". Asimismo, agregó: "entramos en ese proceso de negociación, haciendo consciente al paciente que sus decisiones en cuanto a la ingesta de alimentos, tienen unas consecuencias en la sangre".
También resalta que el primer paso para cambiar la alimentación y llevar un estilo de vida más sano es identificar los grupos de alimentos: carbohidratos, proteínas, vegetales, grasas y lácteos, además de elegir los alimentos que aporten fibra, debido a que "favorece el proceso de control de los niveles de glucosa y adicional a eso es importante para la digestión y el control de la saciedad, que ayuda al control de peso" explicó la nutricionista.
En cuanto a las recomendaciones de la cantidad de consumo de fibra, indicó que "aproximadamente son 12 gr x 1.000 calorías, que pueden ser 24 gr para mujeres y 30 gr para los hombres.
En ese sentido, para evitar la obesidad y consecuencias de un mal manejo de la diabetes, destacó que es necesario que los pacientes cambien todas las fuentes de carbohidratos como el arroz, el pan o la pasta, por aquellos alimentos en los que la etiqueta nutricional diga que tienen 3 gr de fibra o más.
"Así es mucho más fácil para el paciente que identifique, por ejemplo: si come un sandwich al desayuno, no ingiera un juego de fruta, para que así no genere esos picos altos de azúcar, donde los medicamentos no hacen el efecto correcto".
Por su parte, la endocrinóloga afirma que se están dirigiendo a la recomendación de las dietas basadas en plantas y han logrado cambios significativos en el tratamiento, "hay pacientes que con estos cambios dietéticos yo he podido inclusive quitarles la insulina".
Esto señala que existen posibilidades de que los pacientes puedan revertir su diabetes si hacen unos cambios en el estilo de vida, por eso, las especialistas recomiendan unas acciones básicas para aplicar:
*Eliminar los jugos de fruta. Aunque las frutas sean naturales y no tengan azúcar añadida, para hacer cuatro onzas de juego se requieren de varias frutas, eso excede las porciones que corresponden y elimina la fibra. Por eso, lo ideal es tomar jugos de vegetales y comer fruta.
*Evitar los cereales fríos, especialmente en la noche, porque eso tiene un efecto en los niveles de azúcar en la sangre.
*Lo ideal de un plato de comida es que la mitad contenga vegetales, ¼ de harina y ¼ de proteína.
Sobre los efectos de la obesidad en los niños, reconocen que se debe empezar a trabajar en las diferentes escuelas públicas y privadas para concienciar acerca de estas condiciones y sus factores de riesgo a largo plazo. "Hoy en día existe una accesibilidad a la educación, es importante que los padres puedan buscar información y dar a conocer a los niños la textura de los vegetales, que ellos puedan tener la oportunidad de conocer los beneficios de estos alimentos y disminuir el consumo de azúcares añadidas" agregó la Rivera.
Tal como lo plantea la Academia Americana de Pediatría; a niños menores de dos años no se le debe dar ningún tipo de alimento con azúcar añadida por el riesgo que esto genera de obesidad, factor principal del desarrollo de diabetes.
Por otra parte, la actividad física también es indispensable para llevar un buen tratamiento, lo recomendable son 30 minutos de ejercicio diario, evitar las bebidas gaseosas o refrescos y preferir el consumo de agua.
"Los refrescos hay que eliminarlos de la alimentación, inclusive los refrescos de dieta que no tienen azúcar, pero el tipo de endulzante que utilizan, se ha visto que puede cambiar la flora intestinal y todos los cambios que ocurren en la flora intestinal promueven la obesidad" afirmó la Dra. Margarita Ramírez
Vea el programa completo aquí: