Las sustituciones valvulares mediante esternotomía se reservan para casos en los que son necesarios procedimientos adicionales como un bypass coronario.
Una paciente de 54 años con dolores torácicos, fatiga y debilidad generalizada, fue diagnosticada con estenosis de la válvula mitral, atribuible a una fiebre reumática infantil.
En 2022, se le realizó el procedimiento para sustituir la válvula mitral utilizando la técnica mínimamente invasiva, que según la evidencia clínica, ha presentado ventajas notables en términos del tiempo de recuperación y resultados estéticos, comparado con la sustitución valvular convencional mediante esternotomía.
Tras un año de la intervención, la paciente refiere una mejora sustancial en sus síntomas, señalando un incremento considerable en su nivel de energía. Los cirujanos cardiovasculares a cargo de este caso señalaron que las sustituciones valvulares mediante esternotomía, se reservan para situaciones que requieren procedimientos adicionales como el bypass coronario.
De todas formas, ambos procedimientos requieren la utilización de anestesia y una máquina de bypass cardiopulmonar. Sin embargo, cuando se practica la técnica mínimamente invasiva, los especialistas pueden acceder a la válvula mitral a través de una incisión torácica mínima, facilitando la extracción de la válvula afectada y la colocación de la nueva válvula antes de suturar.
Y si bien es cierto que en ocasiones estas intervenciones requieren cámaras, en este caso, los cirujanos reconocen que disponen de visibilidad directa a la zona afectada a través de la incisión.
Y es que aunque ambas técnicas guarden similitud en el procedimiento, los especialistas señalan que la principal ventaja de esta intervención reside en el acceso limitado, facilitando la recuperación del paciente.
El periodo postoperatorio de pacientes que se someten a este tipo de procedimientos, suele ser de 3 a 4 días antes del alta. Sin embargo, la recuperación completa de una sustitución valvular mediante esternotomía es de seis a ocho semanas, mientras que la de una intervención mínimamente invasiva se aproxima a las 2 semanas.
Adicionalmente, vale la pena recordar que las incisiones más pequeñas, y su ubicación estratégica, también contribuyen a que las cicatrices resultantes sean menos visibles para los pacientes.
Esto no solo proporciona una alternativa eficaz para el tratamiento de las afecciones cardíacas, sino una mejora estética en el proceso de recuperación.
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