A menudo, la indicación principal es la miectomía septal, que implica la extirpación de una parte del ventrículo izquierdo, lo cual puede significativamente mejorar los síntomas.
La miocardiopatía hipertrófica es una condición en la que el músculo cardíaco experimenta un aumento en su grosor, conocido como hipertrofia, lo que puede dificultar la capacidad del corazón para bombear sangre de manera efectiva. A menudo, esta enfermedad pasa desapercibida debido a la escasa manifestación de síntomas en quienes la padecen.
"Presenté el caso de un paciente que presentaba cardiomiopatía hipertrófica sintomática, que en el caso de él, tenía una regurgitación mitral bastante severa que le estaba empeorando mucho los síntomas y debido a esto se hizo un acercamiento percutáneo para tratar de ayudarlo", manifestó el Dr. Juan Vázquez, Residente de Cardiología en el Hospital de Veteranos de Puerto Rico.
El galeno señaló que, en el caso de la cardiomiopatía hipertrófica, los pacientes suelen presentar un agrandamiento significativo del ventrículo izquierdo. Además, en combinación con una de las válvulas cardíacas, la mitral, en ocasiones experimenta movimientos que ocasionan obstrucción en una parte específica del tracto de salida del ventrículo izquierdo (LVOT por sus siglas en inglés). En el caso particular de este paciente con dicha patología, se observaron numerosos episodios de síncope o pérdida recurrente de conciencia.
"En adición a esto, el paciente no podía caminar mucho porque le faltaba el mucho aire y era una combinación de esa válvula mitral que no estaba funcionando bien y estaba causando esa obstrucción", agregó.
El Dr. Vázquez destaca que existen diversas opciones de manejo para los pacientes con cardiomiopatía hipertrófica. Sin embargo, la variedad de elecciones se ve algo limitada debido a su naturaleza hereditaria poco común.
A menudo, la indicación principal es la miectomía septal, que implica la extirpación de una parte del ventrículo izquierdo, lo cual puede significativamente mejorar los síntomas. No obstante, generalmente, los pacientes tienden a preferir opciones menos invasivas.
"Hay opciones percutáneas que nosotros le ofrecimos a este paciente, en este caso, la ablación septal, en donde uno pasa por las arterias del corazón que se llama la descendente anterior izquierda y pasa una rama de ellas que se llama la septal, esa tiende a ser la rama que suple el ventrículo izquierdo de sangre y normalmente lo que se hace es insertar alcohol por un globo, básicamente matar algo de ese tejido con el propósito de mejorar la obstrucción que tienen estos pacientes", explicó.
El experto informó que se implementó la ablación septal en este paciente, quien la toleró satisfactoriamente. A pesar de ello, el paciente continuaba experimentando falta de aire y episodios recurrentes de pérdida de conciencia. En situaciones como estas, es común realizar mediciones de los gradientes de LVOT después del procedimiento.
"Sin embargo, tenía una característica de lo que se llama un gradiente dinámico, donde éste puede subir y bajar, lo que genera estos síntomas, por lo tanto, se le ofreció nuevamente la miectomía, pero él no quería nada de esto, por eso mismo, tratamos de usar algo que se ha traído mucho en la literatura últimamente y en el campo de intervencional estructural que es lo que se llama el mitraclip", relató.
El experto explicó que el mitraclip consiste esencialmente en suturar conjuntamente las valvas de la válvula mitral anterior y posterior. En este caso específico, se utiliza con el propósito de mejorar la obstrucción de manera no invasiva.
"Lo que nosotros queríamos traer con este caso que se ha investigado era que podamos aumentar la probabilidad o aumentar algo al arsenal de terapias que le podemos dar a esos paciente con cardiomiopatía hipertrófica, algo que también se puede emplear con pacientes con esta condición de manera asintomática", concluyó.