Muchos adultos mayores carecen de una red de apoyo sólida, lo que los hace más vulnerables a actos delictivos.
La percepción de vulnerabilidad que experimentan los adultos mayores los empuja al aislamiento, una realidad que los vuelve vulnerables a actos dañinos, según destaca la Dra. Ana Plaza Montero, Psicóloga Clínica Asociada del Colegio de Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad. Muchos adultos mayores carecen de una red de apoyo sólida, y la emigración, familias más pequeñas y la distancia física los dejan expuestos a actos delictivos.
Cifras de Violencia
De acuerdo a la experta, en el último año, el Departamento de la Familia registró casi 12 mil quejas por maltrato, negligencia y delitos contra adultos mayores entre 2021 y 2022. La Dra. Plaza resalta que, alarmantemente, los perpetradores más comunes fueron identificados como hijos y familiares, involucrándose en casos que van desde extorsión hasta maltrato emocional.
Según la doctora: "Yo entiendo que el primer delito, maltrato, son de familiares cercanos, de vecinos, de enero a marzo se registraron en los hospitales alrededor de 500 casos de adultos mayores abandonados por la familia, cuando en un año lo que más se registraban eran entre 200 y 230 en un año."
Desafíos del envejecimiento en la sociedad actual
Con un 28% de la población conformada por adultos mayores de 60 años o más, se espera que esta cifra alcance el 35% para el año 2030. La Dra. Plaza destaca la falta de apoyo y la falta de participación activa en la sociedad como preocupaciones fundamentales.
Vulnerabilidades y estigmatización en la sociedad
La Dra. Plaza enfatiza que el sistema motor y el proceso de pensamiento de las personas mayores responden más lentamente, lo que las hace más susceptibles a agresiones y delitos. Además, lamenta la desvalorización y estigmatización de la presencia del adulto mayor en la sociedad, que a menudo se percibe como no útil y se explora como un blanco fácil para obtener beneficios económicos.
"Tiene mucho que ver con la parte económica, si este adulto mayor no tiene un sustento económico o no aporta económicamente pues no es útil, ya las trascendencias de valores, las historias pasarían a un segundo plano". Expresó.
Educación y prevención
La experta aboga por un enfoque preventivo que comience desde la educación primaria. Propone que, al igual que se imparte educación sobre comportamiento sexual, se debería educar a los niños sobre el bienestar del adulto mayor. Esto ayudaría a inculcar un entendimiento positivo del envejecimiento y promovería una sociedad que valora y respeta a sus ciudadanos mayores.
La doctora destaca: "Podemos trabajar desde una manera preventiva desde grados menores en las escuelas, de la misma manera que se imparte educación relacionada a lo que es el comportamiento sexual se puede impartir educación sobre el bienestar del adulto mayor, es bien importante para que estos niños puedan conocer el valor de envejecer y que puedan envejecer de una manera positiva."
Un llamado a la acción y la sensibilización
La especialista destaca la importancia de reconocer la vida como un valor fundamental y recuerda que las cosas materiales son reemplazables, pero la vida no lo es. Además, invita a cambiar la percepción del envejecimiento y darle un significado y un propósito a la vida en la etapa de adultos mayores.
Por último, destaca la necesidad urgente de abordar este problema y crear conciencia sobre la importancia de proteger a los adultos mayores en la sociedad. La doctora concluye: "Podemos darle un significado y un sentido a la vida siendo adultos mayores".