La falta de conocimiento sobre la salud del corazón, sumada a las dificultades con los planes médicos y el acceso a los especialistas, dificultan la atención oportuna de estas condiciones.
La salud preventiva no es un concepto que se implemente en los países de América Latina. En Puerto Rico el modelo de salud contrario a ser proactivo tiende a ser reactivo y eso genera una alta carga no solo en los sistemas de salud sino en la calidad de vida de la población.
En la medicina cardiovascular no es la excepción, actualmente las condiciones cardíacas continúan siendo la principal causa de muerte y aunque la ciencia ha avanzado en materia de tratamientos y alternativas de manejo, la prevención sigue siendo ausente.
Así lo explicó el Dr. Héctor Martínez, cardiólogo y presidente del American College of Cardiology Puerto Rico Chapter, quien enfatizó en la necesidad de mayor conciencia sobre la prevención y detección de las condiciones cardíacas.
"Veo todos los días pacientes que desarrollan apoplejía, infartos cerebrales y lamentablemente esos pacientes no pueden trabajar y son una carga para sus familias. ¿Cómo podemos prevenir eso? Tiene que haber acceso al médico primario y el cardiólogo", mencionó.
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Factores que dificultan el acceso de los pacientes a los cardiólogos
A diferencia de Estados Unidos, en Puerto Rico más del 90 % de los cardiólogos trabajan en práctica privada, son muy pocos los que trabajan en un hospital, por lo tanto la manera en la que brindan los servicios de atención cardiovascular es diferente.
Esto influye en los retrasos para acceder a un especialista en cardiología en la Isla, sumado al hecho de que estos profesionales están emigrando y su necesidad aumenta en una sociedad envejeciente.
"Aquí tenemos un problema de educación sobre el cuidado cardiovascular. En términos de acceso, en Puerto Rico existe la limitación de la información; los pacientes no saben a donde ir si tienen un infarto o dolor de pecho, y eso es importante porque mientras más rápido reciben los servicios más rápido se pueden recuperar", explicó.
La educación en salud cardiovascular se refiere a que las personas conozcan las herramientas necesarias para prevenir y manejar las enfermedades cardiovasculares. Implica tener conciencia sobre los factores de riesgo y promover hábitos de vida saludables que contribuyan a mantener un corazón sano.
El Dr. Martínez ha evidenciado en su práctica médica que la mayoría de pacientes desconocen los síntomas de las enfermedades cardiovasculares o tienden a normalizar el hecho de vivir con ciertas afecciones y por eso llegan tarde a los médicos.
"Específicamente para cosas tan sencillas como que el paciente diga que siempre ha tenido un soplo y nunca ha visitado a un cardiólogo. Y hoy en día tenemos la tecnología para resolver ese problema. En Puerto Rico tenemos una tecnología que permite reemplazar la válvula aórtica que es una de las válvulas que más frecuentemente se daña y la podemos tratar sin tener que abrir el pecho del paciente", comentó.
¿Cuándo hay que visitar a un cardiólogo?
En entrevista para Medicina y Salud Pública el experto explicó cuándo se debe ir a consulta con un cardiólogo y las señales que deben tener presente los pacientes para no pasar por alto las afecciones cardiovasculares.
"Siempre que un paciente tenga la presión descontrolada o múltiples factores de riesgo del corazón, como diabetes, consumo de tabaco, enfermedad cardíaca congénita o historial familiar, debe ir a un cardiólogo", afirmó.
Otros síntomas de alerta son:
Tener fatiga y cansancio intensos en actividades que no requieren grandes esfuerzos.
Sensación de mareo y dificultad para respirar.
Presión fuerte en el pecho que se mantiene unos segundos.
Palpitaciones o arritmias.