El centro, administrado por la Escuela Graduada de Salud Pública de la UPR, atiende a niños de 0 a 3 años con sospecha de trastorno del espectro autista. Las evaluaciones son realizadas por un equipo interdisciplinario y no requieren referido médico.
En un momento en que las estadísticas de autismo continúan aumentando dramáticamente en Puerto Rico y el mundo, el Centro de Autismo de Puerto Rico emerge como un recurso fundamental para familias que buscan respuestas y orientación temprana.
Ubicado en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, este centro ofrece servicios especializados que pueden marcar la diferencia en el desarrollo de miles de niños.
Durante su participación en el Primer Simposio de Nutrición Pediátrica y Neurodiversidad, la doctora Gianina López, directora asociada del Centro de Autismo de Puerto Rico, reveló en una entrevista de la revista Medicina y Salud Pública, que muchas personas desconocen la existencia de esta importante facilidad.
"El Centro de Autismo es administrado por el Instituto de Deficiencias en el Desarrollo de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico y es subvencionado con fondos del Departamento de Salud", explicó.
Esta estructura administrativa garantiza que los servicios se mantengan accesibles para todas las familias puertorriqueñas, independientemente de su situación económica.
Una de las características más destacadas del centro es su modelo de accesibilidad total. La doctora López enfatizó que los servicios están "dirigidos a niños entre cero y tres años de edad con sospecha de presentar el trastorno del espectro autista", y subrayó un detalle crucial: "Las evaluaciones son libres de costo".
La facilidad de acceso va más allá del aspecto económico. "Trabajamos entonces con estos niños por referidos de otros especialistas o las familias pueden llamar directamente a solicitar el servicio, o sea no requerimos un referido de otro profesional", aclaró López, eliminando así una barrera burocrática que muchas veces retrasa diagnósticos importantes.
El centro puede comenzar a trabajar con niños "desde los 18 meses aproximadamente que podemos comenzar a emitir diagnósticos de autismo", una ventana crítica en el desarrollo infantil donde las intervenciones tempranas pueden tener el mayor impacto.
A diferencia de evaluaciones superficiales que pueden completarse en una sola sesión, el Centro de Autismo de Puerto Rico se distingue por su enfoque meticuloso. "Son evaluaciones bien extensas, bien completas", indicó la directora asociada, explicando que el proceso "puede ser dos, tres, cuatro, cinco días. Lo que se necesite".
Esta evaluación comprensiva incluye, cuando es necesario, "visitas al centro de cuido" del niño, permitiendo al equipo observar al menor en diferentes contextos y obtener una imagen más completa de su desarrollo y comportamiento.
El centro cuenta con un robusto equipo interdisciplinario que garantiza una evaluación integral desde múltiples ángulos profesionales. "El equipo interdisciplinario está compuesto por trabajo social, terapia ocupacional, tenemos patólogo de habla y lenguaje y psicología", detalló López.
El proceso comienza con la trabajadora social, quien realiza un historial de desarrollo completo. "Trabajamos con la familia desde un principio con lo que es la trabajadora social y desde ese comienzo, desde ese inicio, comienza la evaluación diagnóstica de autismo", explicó.
Posteriormente, "el equipo clínico continúa esa evaluación hasta completar con un informe de evaluación diagnóstica", proporcionando a las familias no solo un diagnóstico, sino también una comprensión detallada de las necesidades específicas de su hijo y las recomendaciones pertinentes.
El compromiso del centro con las familias se extiende significativamente en el tiempo. "Tenemos también grupo de apoyo para familias de niños con autismo que entonces podemos darle luego del diagnóstico de autismo en nuestro centro de autismo, podemos darle un apoyo a largo plazo a esta familia hasta los 21 años", reveló López.
Esta continuidad de cuidado es esencial, ya que las necesidades de las familias evolucionan a medida que el niño crece y enfrenta nuevos desafíos en diferentes etapas del desarrollo.
La doctora López destacó la efectividad única del modelo de apoyo entre familias: "La mayoría de las familias se sienten en confianza cuando quien les ayuda es otra familia que está pasando por la misma necesidad o que ya pasó y puede orientarle de cuáles son esas formas que puede llegar a recibir esos servicios o de qué manera ella puede llegar a ellas".
Esta estrategia no solo proporciona información práctica, sino también apoyo emocional y esperanza, elementos cruciales en el proceso de aceptación y adaptación que atraviesan las familias.
El enfoque del centro en niños de 0 a 3 años no es arbitrario. La investigación científica ha demostrado consistentemente que las intervenciones tempranas en el autismo, especialmente cuando se inician antes de los tres años, pueden tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo, social y comunicativo del niño.
Al poder comenzar a emitir diagnósticos desde los 18 meses, el Centro de Autismo de Puerto Rico se posiciona en la vanguardia de las mejores prácticas internacionales en detección temprana del TEA, ofreciendo a las familias puertorriqueñas la oportunidad de acceder a intervenciones en la ventana de desarrollo más crítica.
Para familias interesadas en los servicios del Centro de Autismo de Puerto Rico, el proceso de contacto es directo:
Centro de Autismo de Puerto Rico
Teléfono: 787-522-6311
Correo electrónico: centroautismo.rcm@upr.edu
Ubicación: San Juan, Recinto de Ciencias Médicas, UPR
Población atendida: Niños de 0 a 3 años con sospecha de TEA
Costo: Completamente gratuito
Requisitos: No se requiere referido médico
Apoyo continuo: Hasta los 21 años a través del Family to Family Center
Tiempo de espera aproximado: 6 meses
