Una reciente investigación sugiere que un fármaco comúnmente recetado para trastornos del ánimo puede tener beneficios adicionales que podría cambiar el enfoque del tratamiento
Un reciente estudio, basado en datos de atención primaria ha revelado que el litio, utilizado como estabilizador del ánimo en pacientes con trastorno bipolar, podría ofrecer un efecto protector sobre los huesos, según informó Univadis.
Dado que las personas con trastorno bipolar presentan un riesgo de fractura dos veces mayor que la población general, independientemente de su edad, sexo o comorbilidades, los resultados del estudio podrían permitirles a los especialistas saber cuál es la mejor opción de tratamiento.
El estudio retrospectivo incluyó a más de 13.000 pacientes adultos diagnosticados con trastorno bipolar que habían recibido al menos una prescripción de un tratamiento estabilizador del ánimo entre enero de 1993 y diciembre de 2019.
Los tratamientos considerados fueron el litio, antipsicóticos y antiepilépticos estabilizadores del ánimo, como el valproato, la carbamazepina y la lamotrigina. Los pacientes fueron seguidos hasta la aparición de una fractura, la muerte o la pérdida del seguimiento.
Riesgo de fracturas en pacientes de trastorno bipolar
El riesgo elevado de fracturas en pacientes bipolares se atribuye a varios factores. Entre ellos, los comportamientos asociados a la enfermedad, como la impulsividad y la asunción de riesgos, así como los efectos de la enfermedad sobre el metabolismo óseo y un estilo de vida que incrementa la exposición a la osteoporosis.
La investigación sugiere que el litio podría ser una opción preferible para aquellos pacientes con trastorno bipolar que presentan un mayor riesgo de caídas y fracturas. Este enfoque podría ayudar a mitigar uno de los problemas de salud más preocupantes en esta población, mejorando así su calidad de vida.
El estudio habla de la importancia de considerar los efectos secundarios de los tratamientos estabilizadores del ánimo en la salud ósea al elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente. La elección del tratamiento debe ser cuidadosa, teniendo en cuenta no sólo la eficacia en el control de los síntomas del trastorno bipolar, sino también su impacto en la salud física general del paciente.
