Mejorar las terapias complementarias para apoyar a los pacientes con necesidades emocionales.
Dr. William Lugo, nuevo director médico del Hospital Capestrano
Belinda Z. Burgos González
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El encierro y la cohesión de la libertad provocada por un patógeno infeccioso como el SARS COV 2, no tan solo el deterioro en la salud mental de la población general sino de aquellos con una carga adicional en sus hombros, como lo son el cuidado de un adulto mayor.
Este panorama puede empeorar si precisamente este adulto mayor tiene alguna enfermedad que dificulte aún más su coherencia tanto a nivel mental como físico, como por ejemplo aquellos diagnosticados con Alzheimer, encamados, entre otros.
Por tal razón, entre las secuelas de este panorama se encuentra el deterioro de la salud mental y el aumento en la búsqueda de auxilio de los cuidadores de pacientes que no tan solo deben enfrentar el reto de mantener una persona salva y saludable, si no los retos de los cuidados médicos hoy día y las regulaciones del gobierno para las actividades que en antaño se consideraban ordinarias.
Este fue el escenario descrito a este medio por el Dr. William Lugo, especialista en psiquiatría y recién nombrado director médico del Hospital San Juan Capestrano.
Luego es “Board Certified” en psiquiatría general, en psiquiatría forense y consultoría-enlace. El galeno ejerce como facultativo de tres escuelas de medicina impartiendo cursos a residentes de psiquiatría y a estudiantes de medicina. Es egresado de la Escuela de Medicina San Juan Bautista y realizó su residencia en psiquiatría en la Ponce Health Science University.
“Están llegando muchas personas que son cuidadores de personas con demencia, como Alzheimer. He tenido cuidadores con intentos suicidas, otros dicen que no aguantan más pero no pueden llevarlo a hogares pues no están admitiendo pacientes nuevos debido al COVID”, puntualizó.
Cabe destacar que este panorama ocurre cuando existen alrededor de 29 grupos de apoyo según la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico.
“Con esto de la pandemia están llegando también han llegado muchas personas sin historial psiquiátrico previo, que son profesionales altamente funcionales. Quiero evaluar junto a la Facultad Médica las estrategias para mejorar las terapias aliadas que son terapias recreativa u ocupacional como yoga, meditación, aromaterapia, y otras terapias holísticas para que precisamente esta población se sienta mejor con lo que está ocurriendo mundialmente”, abundó.
De otro parte, el perfil clínico de los pacientes que atiende la institución son personas entre 20 a 60 años de edad, con trastornos como depresión o trastorno bipolar, en su mayoría con historial psiquiátrico o crónico previo, o uso de sustancias como opioides y alcohol, sostuvo.
No obstante, añadió que, la población de hombres se está viendo más afectada, contrario a lo esperado, a juicio de su experiencia clínica, siendo las mujeres las que por lo general padecen más de afecciones mentales.
“Se ha visto un aumento más (de afectados mentalmente) en varones. típicamente lo que se espera es que se vea más en mujeres estadísticamente”, apuntó.
“Por tal razón me gustaría la posibilidad de aumentar los servicios que actualmente ofrecemos a nuestros pacientes”, concluyó.