Según estudio dos cepas dominantes de E. coli que producen una sustancia que se ha identificado previamente como un factor de riesgo para el cáncer colorrectal.
Investigadores del Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido) y la Universidad de Helsinki (Finlandia) han publicado un estudio en Lancet Microbe, donde sugieren que dos cepas específicas de Escherichia coli (E. coli), productoras de colibactina, podrían estar relacionadas con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer como el de vejiga, de próstata y el colorrectal.
La investigación abre una nueva vía en la lucha contra estos cánceres, sugiriendo que intervenciones como una vacuna podrían ser efectivas en la prevención de estos tipos de cáncer relacionados con esta bacteria.
El estudio se centra en dos cepas dominantes de E. coli que producen colibactina, una sustancia previamente identificada como factor de riesgo para el cáncer colorrectal. Los investigadores analizaron datos globales de vigilancia genómica y encontraron que estas cepas son más prevalentes en los países industrializados, donde también se observan tasas más altas de cánceres del tracto urinario, como el de vejiga y próstata, y colorrectales.
"La E. coli está presente en todo el mundo en muchas formas diferentes, y comprender cómo las cepas de esta bacteria afectan a los humanos de manera diferente nos ofrece una visión más completa de la salud y la enfermedad", señaló el Dr. Tommi Mäklin, primer autor del estudio, de la Universidad de Helsinki.
La colibactina, es una sustancia producida por algunas cepas de E. coli, tiene la capacidad de dañar el ADN humano, un proceso que los investigadores han vinculado con la aparición de tumores.
En su estudio, los científicos encontraron evidencias de daños en el ADN de pacientes con cáncer colorrectal debido a la colibactina, lo que sugiere que estas cepas de E. coli podrían contribuir al desarrollo de varios tipos de cáncer.
Además, la investigación encontró que en los países de ingresos bajos, como Pakistán y Bangladesh, estas cepas productoras de colibactina son mucho menos frecuentes, y la incidencia de cánceres relacionados también es más baja. Esto sugiere que la mayor exposición a estas cepas en los países industrializados podría ser un factor clave en la mayor incidencia de cánceres en esas regiones.
Los hallazgos de este estudio podrían llevar al desarrollo de intervenciones eficaces para reducir el riesgo de cáncer. Los investigadores sugieren que una vacuna o un tratamiento probiótico terapéutico podría ser clave para eliminar estas cepas productoras de colibactina del intestino humano, lo que no solo reduciría el riesgo de cáncer, sino también las infecciones urinarias y del torrente sanguíneo asociadas con estas cepas.
Según explicó el Dr. Mäklin,el desarrollo de una vacuna o productos probióticos que eliminen estas cepas podría tener un impacto significativo, no solo en la prevención del cáncer, sino también en la reducción de infecciones y en el uso de antibióticos.
Implicaciones globales y la importancia de la vigilancia genómica
El estudio subraya la importancia de la vigilancia genómica global para comprender mejor cómo las diferentes cepas de E. coli afectan a las poblaciones en distintas partes del mundo. La investigación demuestra que tener acceso a datos genómicos globales sobre las cepas prevalentes en distintas regiones puede revelar nuevas tendencias, como la relación entre ciertas cepas y el riesgo de cáncer en países industrializados.
"Debemos seguir garantizando que los países y regiones de todo el mundo estén incluidos en la investigación de vigilancia genómica para que todos se beneficien de los nuevos descubrimientos", destacó el Dr. Mäklin.
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