El Dr. José Franceschini, quien sobrevivió a melanoma, cáncer de colon, vejiga y garganta, comparte las herramientas que le permitieron mantenerse dos años en remisión tras metástasis pulmonar y hepática
El Dr. José Franceschini compartió su extraordinaria historia de supervivencia en una entrevista con la revista Medicina y Salud Pública.
Su caso, documentado entre solo nueve reportados en la literatura médica con cuatro cánceres primarios simultáneos, revela cómo el conocimiento científico combinado con técnicas de manejo emocional puede marcar la diferencia en el pronóstico oncológico.
Todo comenzó el 14 de agosto de 2021, cuando Franceschini se desmayó frente al televisor. Lo que parecía un infarto resultó ser una anemia severa causada por un tumor de colon de cinco centímetros.
Los estudios prequirúrgicos revelaron tumores adicionales en vejiga, y posteriormente, durante la quimioterapia, apareció un cuarto cáncer en la garganta. Las metástasis al hígado y pulmón completaron el cuadro clínico más complejo.
"Al tener cuatro tumores primarios, estaba muy complicado para quedarme aquí", explicó el médico, quien recibe tratamiento en el Memorial Sloan Kettering de Nueva York. Tras seis cirugías y perder 30 libras, Franceschini cumple este mes dos años en remisión desde su última operación de metástasis pulmonar.
Como neurólogo y psiquiatra, Franceschini aplicó su conocimiento profesional a su propia batalla. El médico destaca la meditación de sanación, una técnica respaldada por más de 70 años de investigación científica, como factor determinante en su recuperación.
"Con solamente un pensamiento negativo, tu sistema inmunológico baja", advirtió, citando estudios que demuestran la conexión entre el estado emocional y la respuesta inmunitaria.
"He hecho meditación de sanación prácticamente a diario y estoy más que convencido de que eso ha sido un factor determinante".
El especialista atravesó las cinco etapas de aceptación rápidamente: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. "Yo puedo decir que acepté mi enfermedad de bien temprano", afirmó, añadiendo que cuando le diagnosticaron la primera metástasis hepática, le dijo a su esposa: "Aquí vamos a celebrar la vida".
Franceschini documentó su experiencia en el libro "No es lo mismo ser el médico que el paciente", que incluye más de 150 referencias científicas. Entre las estrategias que recomienda están:
Aceptación temprana de la enfermedad: Evitar estancarse en las etapas previas del duelo
Meditación de sanación diaria: Para fortalecer el sistema inmunológico
Optimismo activo: Recordando que el 54% de las metástasis tienen supervivencia
Ejercicio regular: Manteniendo actividad física constante
Sueño reparador: Priorizando ocho horas de descanso nocturno
Apoyo familiar y social: Fundamental para atravesar el proceso
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Franceschini enfatiza que el cáncer raramente da síntomas en etapas tempranas. "Entre más rápido encontremos el tumor, el pronóstico es muchísimo mejor", señaló, instando especialmente a sus colegas médicos a no descuidar su propia salud.
El especialista recomienda colonoscopías cada cinco años a partir de los 40 años (cada tres si hay antecedentes familiares), autoexámenes regulares y chequeos anuales completos. "Se ha visto un aumento significativo de cáncer en temas jóvenes en los últimos años", alertó.
La enfermedad cambió profundamente la visión del médico sobre la vida y la práctica profesional. "Me ha ayudado significativamente a ser mucho más empático con mis pacientes", reflexionó.
Cuando recibió el primer diagnóstico, su reacción fue de aceptación: "Me alegraba que era a mí, no a un hijo, a un nieto o a mi esposa, porque yo sentía que ya yo había tenido una vida bastante plena".
Franceschini perdió cinco amistades con diagnósticos cercanos al suyo, la mayoría tras caer en estados depresivos. Su experiencia subraya que el componente emocional no es anecdótico, sino científicamente crucial en el tratamiento oncológico.
Ahora, con dos años en remisión y cumpliendo 15 años al aire con su programa de radio, el Dr. Franceschini continúa su labor de concientización, recordando que "cáncer hoy en día no es lo equivalente como hace 20 años" y que la esperanza, respaldada por ciencia y determinación, puede cambiar el curso de la enfermedad.
