La degeneración macular relacionada con la edad es una de las principales causas de ceguera en los ancianos. Afectando a más de dos millones de personas en los Estados Unidos y provocando la pérdida progresiva de la visión central.
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
La degeneración macular relacionada con la edad es una de las principales causas de ceguera en los ancianos. Afectando a más de dos millones de personas en los Estados Unidos y provocando la pérdida progresiva de la visión central hasta incluso llegar a ceguera. Estudios a nivel de genoma han identificado casi tres docenas de genes que juegan un papel en la enfermedad. Sin embargo, pero no se sabe exactamente en qué parte del ojo causan daño.
Investigadores de la Universidad de Yale, el Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard publicaron un estudio en la edición del 25 de octubre de la revista Nature Communications. Allí informaron que las células gliales (o células de apoyo) y las células vasculares encargadas de suministrar sangre a la retina, así como las células cónicas, contribuyen a la degeneración de la mácula, en la parte central de la retina.
"Este estudio ayuda a identificar los tipos de células que pueden ser investigados de cerca para desarrollar nuevos tipos de terapias",
dijo el autor Brian Hafler, profesor asistente de oftalmología y ciencias visuales y de patología de Yale.
Hay un número limitado de tratamientos efectivos a largo plazo disponibles para las dos formas de degeneración macular. La forma húmeda es causada por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales debajo de la mácula. Estos pueden ser mitigados por inyecciones regulares en el ojo.
Aparte de los suplementos vitamínicos oculares, no hay tratamiento para la forma seca de la enfermedad. Esta está marcada por acumulaciones de depósitos amarillos llamados drusen en la mácula. Sin embargo, los tratamientos actuales proporcionan algunos beneficios. Con el tiempo puede haber una pérdida continua y progresiva de la visión en ambas formas de la enfermedad.
A pesar de que se habían identificado los genes asociados con el riesgo de desarrollar degeneración macular, el equipo de Yale/Harvard/MIT utilizó una nueva secuenciación unicelular para generar el primer atlas retinal humano completo. También empleó tecnología de análisis de datos para localizar sus efectos en tipos específicos de células asociadas con la enfermedad.
Aunque encontraron genes de riesgo asociados con los conos, el tipo de célula clave para la visión central, los investigadores también encontraron una asociación con las células gliales y vasculares, que proporcionan posibles dianas para nuevas terapias para mejorar y restaurar la visión.