El test, basado en una muestra mínima de suero y complementado con un algoritmo diagnóstico, promete ser una herramienta rápida, económica y accesible, con potencial de aplicación universal si demuestra su eficacia en el ensayo clínico.

La compañía Ala Diagnostics está desarrollando un test sanguíneo que permitiría detectar la esclerosis múltiple de forma precoz, incluso antes de que se produzcan daños neurológicos irreversibles.
Actualmente, el diagnóstico de la esclerosis múltiple es todo un desafío médico: es lento, complejo y depende en gran medida de la interpretación del neurólogo.
Según José Ramón Montero, fundador de Ala Diagnostics, en Estados Unidos se produce un error diagnóstico por cada cinco casos, mientras que en Europa esta tasa se reduce ligeramente gracias a la realización de más pruebas.
La innovación consiste en una prueba mínimamente invasiva que utiliza una pequeña muestra de suero sanguíneo para identificar un biomarcador alterado en las primeras fases de la enfermedad.
"Con una gotita de suero, que se extrae de la sangre, podemos decir con una probabilidad muy alta si estás afectado por esclerosis múltiple o no", ha explicado Montero durante una entrevista con la Fundación GAEM, entidad que ha apoyado el proyecto.
El test se complementa con un algoritmo diagnóstico que integra los resultados del análisis con datos de la historia clínica y otras pruebas, ofreciendo así una visión más completa al especialista.
Las ventajas de esta prueba son múltiples: no solo es poco invasiva, sino también económica al poder realizarse de forma rutinaria en cualquier análisis de sangre. Esto le otorgaría un carácter "universal" si se confirma su eficacia en el ensayo clínico internacional que la empresa planea iniciar en las próximas semanas.
El diseño de este estudio acelerará su desarrollo, ya que no requerirá reclutar nuevos pacientes sino que trabajará directamente con muestras de sangre disponibles en biobancos. Esta estrategia podría permitir que el test esté disponible en Europa y Estados Unidos para 2026.
Montero se muestra optimista pero consciente de los desafíos regulatorios: "es complicado superar las barreras regulatorias, que son muy estrictas para demostrar que el producto va a hacer más bien que mal".
El potencial de esta tecnología trasciende lo puramente médico. "Si nosotros conseguimos diagnosticar de una forma eficaz la esclerosis múltiple con una prueba en sangre, podemos hacer que ese diagnóstico sea extensible a casi cualquier país del mundo", ha incidido Montero.
El fundador de Ala Diagnostics también ha destacado el papel fundamental de las asociaciones de pacientes en este proceso. "Tienen unos diagnósticos tan complejos, lentos, que aún encima en muchos casos llevan asociados cuadros de depresión, de ansiedad, como consecuencia del impacto. Entonces yo creo que las asociaciones son muy importantes y hay que cuidarlas y promoverlas".
Esta conexión con la realidad de los pacientes genera un sentido de responsabilidad en el equipo investigador. "Si esto llega a donde creemos que va a llegar, y estamos convencidos de ello, será una sensación de realización personal enorme", ha concluido Montero.
La posibilidad de un diagnóstico temprano y accesible representa una esperanza para los más de 2,8 millones de personas que viven con esclerosis múltiple en el mundo, ofreciendo la oportunidad de iniciar tratamientos antes de que se produzcan daños neurológicos significativos.