Investigadores del MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts) han descubierto que estimular las ondas cerebrales gamma puede proteger a los pacientes de cáncer de los efectos cognitivos de la quimioterapia.
En un estudio con ratones, encontraron que la exposición diaria a luz y sonido a una frecuencia de 40 hertzios protegía las células cerebrales del daño inducido por la quimioterapia, previniendo la pérdida de memoria y otros problemas cognitivos. Este tratamiento, originalmente desarrollado para tratar la enfermedad de Alzheimer, parece tener efectos generalizados que podrían ayudar con una variedad de trastornos neurológicos, según los investigadores.
En ratones, esta técnica también contrarrestó los efectos de la quimioterapia, reduciendo la inflamación cerebral y promoviendo la integridad de la mielina, el recubrimiento protector de las neuronas. Los investigadores esperan probar este enfoque en humanos para tratar enfermedades neurodegenerativas y otros trastornos cerebrales.
Usando secuenciación de ARN de cella única, los investigadores analizaron los cambios en la expresión génica que ocurrieron en los ratones que recibieron el tratamiento de gamma. Descubrieron que en esos ratones, se suprimieron genes vinculados a la inflamación y genes que desencadenan la muerte celular, especialmente en los oligodendrocitos, las células responsables de producir mielina.
El tratamiento también parece tener un impacto en humanos, según los resultados de ensayos clínicos de fase 1 en pacientes con Alzheimer en etapa temprana. Además de proteger contra la pérdida de memoria, el tratamiento mejoró la función cognitiva y redujo los marcadores de inflamación cerebral. Ahora, los investigadores están trabajando para llevar este tratamiento al siguiente nivel, con ensayos clínicos de fase 3 planificados para este año.
Además de su aplicación en el Alzheimer y el 'cerebro quimioterapéutico', este enfoque también se está probando en modelos animales de otras enfermedades neurológicas, como el Parkinson y la esclerosis múltiple. Los investigadores esperan que este tratamiento no invasivo pueda ofrecer una nueva esperanza para aquellos que sufren de trastornos cerebrales debilitantes, proporcionando una opción de tratamiento efectiva y segura.
Fuente consultada
https://www.sciencedaily.com/releases/2024/03/240306150729.htm