Los investigadores descubrieron que, a los 60 años, casi el 10 % del revestimiento del estómago presenta mutaciones en genes asociados al cáncer.
Un equipo internacional de científicos ha identificado una posible nueva causa de cáncer de estómago, lo que podría cambiar la forma en que entendemos esta enfermedad.
El estudio, liderado por investigadores del Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido), el Instituto Broad del MIT y Harvard (Estados Unidos), y la Universidad de Hong Kong, reveló mutaciones inusuales en el tejido del revestimiento del estómago que podrían estar relacionadas con la exposición a un mutágeno desconocido.
Los hallazgos, publicados en la revista Nature, amplían el conocimiento sobre las etapas iniciales del desarrollo del cáncer y abren nuevas vías para la investigación y prevención de esta enfermedad.
El equipo analizó sistemáticamente las mutaciones somáticas (cambios genéticos que ocurren después del nacimiento) en el tejido del revestimiento del estómago de 30 personas, incluyendo a 18 pacientes con cáncer gástrico y 12 sin la enfermedad.
Utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma y microdisección por captura láser, los investigadores descubrieron que, a los 60 años, casi el 10 % del revestimiento del estómago presenta mutaciones en genes asociados al cáncer.
Esta proporción aumenta en personas con inflamación crónica grave, un factor de riesgo conocido para el cáncer gástrico. Además, se observó un hallazgo inusual: algunas células del revestimiento del estómago portaban tres copias de ciertos cromosomas (13, 18 y 20), un fenómeno conocido como trisomía. Este hallazgo es exclusivo del estómago y no se había observado en otros tejidos.
La presencia de trisomías en algunos individuos, pero no en otros, sugiere la posible exposición a un mutágeno externo aún desconocido.
A pesar de la exposición constante al contenido ácido del estómago, las células del revestimiento gástrico están protegidas contra efectos tóxicos, lo que explica por qué las mutaciones en estas células ocurren a un ritmo similar al de otros tejidos del cuerpo.
Sin embargo, en personas con cáncer gástrico, las células normales del revestimiento del estómago mostraron un mayor número de mutaciones, similares a las primeras etapas del cáncer.
Esto sugiere que estas mutaciones podrían contribuir al inicio de la enfermedad. En el tejido canceroso, el número de mutaciones fue mucho mayor, lo que demuestra que los cánceres gástricos aceleran enormemente las mutaciones en etapas posteriores de su desarrollo.
Este estudio no solo enriquece el mapa de mutaciones del tracto gastrointestinal, sino que también plantea preguntas importantes para futuras investigaciones. Por ejemplo, ¿cuál es el mecanismo por el cual la inflamación crónica aumenta el riesgo de cáncer gástrico? ¿Qué mutágeno desconocido podría estar causando las trisomías observadas en algunos individuos? Estas preguntas podrían llevar a la identificación de nuevos factores de riesgo y estrategias de prevención.
El doctor Tim Coorens, primer autor del estudio y ahora en el Instituto Broad del MIT y Harvard, destacó que "al estudiar las mutaciones somáticas en tejidos normales, podemos explorar las primeras etapas del desarrollo del cáncer". Además, resaltó que, a pesar de la exposición constante a la acidez del estómago, el revestimiento gástrico está protegido, lo que sugiere que otros factores, como mutágenos externos, podrían estar jugando un papel clave.
Actualmente, se sabe que los siguientes factores aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de estómago: la infección por Helicobacter pylori, que puede causar inflamación y úlceras estomacales; el sobrepeso y la obesidad, que están asociados con un mayor riesgo de cáncer gástrico; el tabaquismo, que aumenta el riesgo en un 25 %; y una dieta alta en carnes procesadas y baja en frutas y verduras.
Este estudio representa un avance significativo en la comprensión del cáncer de estómago, al identificar mutaciones inusuales que podrían estar relacionadas con la exposición a un mutágeno desconocido.
Los hallazgos subrayan que se debe continuar investigando las causas subyacentes de esta enfermedad y desarrollar estrategias de prevención más efectivas. Mientras tanto, reducir los factores de riesgo conocidos, como el tabaquismo, la obesidad y la infección por Helicobacter pylori, sigue siendo crucial para disminuir la incidencia del cáncer gástrico.