Según la especialista, la enfermedad cardiovascular figura como una de las principales complicaciones letales en los pacientes diabéticos.
Gracias al adelanto de diversos estudios relacionados a la diabetes, los especialistas consideran que no se trata de una condición aislada, sino de un factor de riesgo independiente que incrementa entre dos y cuatro veces la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, en comparación con quienes no la padecen.
Por tanto, en el mes de concienciación sobre la diabetes, la Revista Medicina y Salud Pública, en alianza con la Asociación Puertorriqueña de Diabetes, organizaron un espacio educativo sobre esta condición en el que la reconocida endocrinóloga, Dra. Marielly Sierra, describió esta problemática como preocupante y evidente.
"Sabemos que la diabetes se ha convertido en una epidemia a nivel mundial con más de 60 millones de pacientes diagnosticados estimados para el año 2035", expresó la especialista para la Revista MSP. "La enfermedad cardiovascular ya se considera como un equivalente con la diabetes".
Para minimizar los riesgos de desarrollar estas condiciones, es fundamental identificar los factores de riesgo adicionales como la hipertensión, la dislipidemia y la obesidad central, pues en conjunto con la diabetes, agravan las posibilidades de complicaciones graves.
"Si tenemos obesidad en el abdomen, ya estamos en un riesgo aumentado de condiciones cardiovasculares y esto es independiente a lo genético", afirmó.
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Por otro lado, ante un diagnóstico ya establecido de diabetes, el intento de controlar la condición sin la orientación de un profesional es un error que compromete el bienestar de los pacientes.
Si bien es cierto que el manejo de esta condición involucra hábitos alimenticios saludables y la implementación de actividad física, también son necesarios cambios sostenibles en el estilo de vida y educación continua.
Por ello, y para garantizar un manejo adecuado de la condición, se requiere de la ayuda y supervisión de un equipo multidisciplinario en el que se incluyan nutricionistas y dietistas, que guíen a los pacientes en la adaptación de un estilo de vida saludable.
"Modificar el estilo de vida significa que es algo que hacemos para siempre, no es una dieta que vamos a hacer por tres meses", explicó. La idea no es implementar dietas temporales, sino lograr un cambio permanente que se adapte a las rutinas diarias de cada persona y ayude a prevenir complicaciones graves a largo plazo.
A través de una imagen ilustrativa, la especialista describió el manejo ideal de la diabetes, comparándolo con la estructura de un edificio.
"En la base de este edificio, que es lo más importante, se encuentran las modificaciones en el estilo de vida y la educación", dijo. Basados en esta analogía, el edificio tendría como soporte 4 columnas que representan pilares fundamentales para el manejo de la diabetes, como el control de azúcar y de la presión arterial, control de lípidos y el uso de agentes terapéuticos avanzados.
"Esto es sumamente importante porque se ha visto que en personas con diabetes que no se tratan con medicamentos como la familia de las estatinas, que es el medicamento que se utiliza para el control de colesterol, desarrolla más eventos cardiovasculares que personas con diabetes tratados con los medicamentos como las estatinas", dijo. "Es crucial que personas entre 45 a 75 años con diabetes mantengan un control de colesterol y sigan un tratamiento adecuado, ya sea preventivo o intensivo", comenta.
En cuanto a las alternativas de tratamiento, la especialista menciona agentes terapéuticos que ofrecen beneficios cardio-renales, como los inhibidores del transportador SGLT2 y los agonistas del receptor GLP-1, ambos con efectos comprobados para proteger tanto el corazón como los riñones.
"¿Cuáles son las principales causas de muerte en una persona con diabetes? Enfermedad cardiovascular y disfunción renal, y esto a largo plazo es lo que nos trae unos gastos de, aproximadamente, 40 billones de dólares al año tratando complicaciones cardiovasculares y renales por diabetes".
La tecnología juega un papel fundamental en la gestión de la diabetes en la actualidad, especialmente en lo que se refiere al monitoreo continuo de glucosa. Dentro de los avances más importantes se destacan el uso de bombas de insulina y sensores de glucosa que permiten a los pacientes tener un control más preciso de sus niveles de azúcar en sangre, ajustándose automáticamente según las necesidades individuales.
"Para pacientes que están tratados únicamente con bombas de insulina, estas les permiten recibir la insulina que el cuerpo necesita de una manera más fisiológica, adaptada a su estilo de vida", explica.
Por otro lado, los sensores de glucosa han revolucionado la manera en que los pacientes monitorean sus niveles de azúcar. Según la Dra. Sierra, estos dispositivos proporcionan información valiosa sobre el comportamiento del azúcar en respuesta a diferentes alimentos y actividades.
"Yo puedo precisamente saber cómo está mi nivel de azúcar en cada momento", comenta.
Además, estos sensores son particularmente útiles en la comunidad pediátrica, ya que ofrecen tranquilidad a los padres al permitirles monitorear los niveles de azúcar de sus hijos de manera continua. Esto es especialmente útil en personas propensas a hipoglucemia o hiperglucemia, ya que el sensor emite alertas para que puedan tomar las medidas necesarias.
El estrés es otro factor que impacta el control de la diabetes. La Dra. Sierra explica que, aunque el estrés emocional no necesariamente causa un descontrol severo en los niveles de azúcar, puede desencadenar respuestas hormonales que generan resistencia a la insulina.
En cambio, el estrés físico, como una infección o una operación, sí puede causar hiperglucemia temporal.
"El manejo de estrés emocional, laboral y de diferentes condiciones es clave para un buen manejo de la diabetes", asegura, ya que ayuda a los pacientes a adaptarse a los cambios necesarios para un estilo de vida saludable.