Esta intervención quirúrgica facilita la reposición del fragmento afectado y su mantenimiento a largo plazo.
Un paciente de 20 años acudió a la clínica dental por dolor y desviación oclusal que presentaba desde hace tres días después de resultar herido en un partido de fútbol donde la cabeza de un jugador golpeó su mandíbula derecha.
Debido a que se sospechó que podría tener fractura de cóndilo mandibular, el paciente fue remitido al hospital siete días después de la lesión. Allí no se observó desviación oclusal, pero sí se evidenció que línea media de la mandíbula estaba desplazada hacia la izquierda con la boca abierta.
Confirman diagnóstico de fractura del cuello del cóndilo
La apertura de la boca, es decir, entre el borde del incisivo superior e inferior, fue de 30 mm. La tomografía panorámica dental y la tomografía computarizada de haz cónico dental revelaron una fractura del cuello del cóndilo y desviación de la cabeza del cóndilo hacia adelante, hacia adentro, y hacia abajo.
Al paciente se le planificó la cirugía de reducción abierta y fijación interna (ORIF) bajo anestesia general. Los médicos establecieron que la fijación y la reducción completa con 2 mini-placas serían difíciles porque la línea de fractura era superior al cóndilo y la cabeza del cóndilo se desviaba.
Diseñan malla de titanio a la medida del paciente
Para eso, se elaboró un plan quirúrgico virtual basado en los datos preoperatorios. La cabeza del cóndilo se reposicionó como una imagen y se construyó un modelo tridimensional utilizando una impresora 3D.
Posteriormente, se preparó una malla de titanio hecha a la medida ajustando la forma que rodea el cuello condilar en el modelo 3D usando una hoja de malla preformada para facilitar el reposicionamiento de la cabeza del cóndilo y servir como refuerzo para la fijación.
Imágenes del modelo 3D y preparación de la miniplaca y malla de titanio a medida.
La cirugía duró 114 minutos y se realizó sin daños en el nervio facial ni alteración del movimiento de la frente y los párpados. Se aplicó una fijación intermaxilar durante cuatro días para estabilizar la zona quirúrgica y se inició la rehabilitación funcional del joven.
El paciente recibió el alta hospitalaria al noveno día después de la cirugía. Después de nueve meses, se mantuvo una buena apertura de boca de 40 mm sin desviación de la mandíbula y las radiografías no mostraron ruptura en la malla de titanio o miniplaca utilizadas.
Tratamiento ideal para las fracturas de cóndilo
La literatura médica refiere que en las fracturas de cóndilo el tratamiento se realiza con ORIF o tratamiento conservador, los cuales evidencian resultados similares en las características oclusales y funcionales.
En este reporte de caso, una fractura de cóndilo en la región superior del cuello fue reducida y fijada con una malla de titanio hecha a la medida y una miniplaca de titanio, considerando el beneficio de la intervención quirúrgica y el estilo de vida del paciente.
El método descrito facilitó la reposición del fragmento y su mantenimiento. Sin embargo, es necesario prestar atención a la infección con materiales de titanio por enfermedad periodontal y refractura debido al comportamiento biomecánico en la nueva lesión.
Imágenes durante el funcionamiento. (A) La región de fractura está expuesta. (B) El fragmento de cóndilo se reposicione y sujeta con una malla de titanio hecha a medida con un fragmento de mandíbula. (C) Se coloca una miniplaca más cerca del margen posterior y se utilizan 7 tornillos para la fijación.
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