Las proteínas esclerostina y periostina, influyen en la calcificación y el deterioro de los vasos sanguíneos, procesos que aumentan el riesgo de eventos cardiovasculares.
Un estudio llevado a cabo por el grupo de investigación MP20 de Biomarcadores de Enfermedades Metabólicas y Óseas del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) ha aportado nuevas perspectivas sobre el papel de dos proteínas óseas, la esclerostina y la periostina, en la predicción del riesgo de enfermedad cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 2.
Estas proteínas, normalmente vinculadas a la salud de los huesos, se han revelado como indicadores significativos del riesgo cardiovascular.
El estudio incluyó a 104 personas con diabetes tipo 2, analizando sus datos clínicos, bioquímicos y niveles séricos de esclerostina y periostina.
Los resultados mostraron que los niveles de ambas proteínas eran significativamente más altos en aquellos pacientes con un riesgo cardiovascular catalogado como alto o muy alto, según el algoritmo SCORE2-Diabetes.
Este algoritmo, desarrollado y validado por la Sociedad Europea de Cardiología, predice el riesgo a diez años de padecer enfermedades cardiovasculares en personas con diabetes tipo 2.
Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en personas con diabetes tipo 2, y este descubrimiento abre la puerta a nuevas formas de predecir y gestionar ese riesgo.
Los científicos también han propuesto niveles séricos específicos de esclerostina y periostina como predictores eficaces del riesgo cardiovascular. Estos biomarcadores podrían, en el futuro, complementar o incluso mejorar los modelos predictivos actuales, proporcionando a los médicos una herramienta adicional para estratificar el riesgo en la población diabética.
Al centrarse en biomarcadores óseos, este enfoque añade una nueva dimensión a la comprensión de cómo las complicaciones vasculares pueden estar intrínsecamente relacionadas con el sistema esquelético en personas con diabetes.
La investigación, al día de hoy, es una de las primeras en estudiar estas proteínas en el contexto del riesgo cardiovascular en pacientes diabéticos. Según los autores, el uso de estos biomarcadores, aparte de mejorar la precisión del diagnóstico, también podría ayudar a personalizar los tratamientos preventivos y terapéuticos en este tipo de pacientes.
Estas proteínas podrían ser claves en la identificación temprana de pacientes en riesgo, lo que facilitaría intervenciones más agresivas para prevenir eventos cardiovasculares fatales.
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