Estos pacientes ven reducido el nivel de inhibidores de la formación de piedras en sus sistemas, incrementando su riesgo de desarrollar cálculos.
El desarrollo de los cálculos renales, es una condición dolorosa que puede ser desencadenada por diversos factores de riesgo, tal como explica el Dr. Claudio Bernaschina, urólogo.
Según el experto entrevistado por la Revista MSP, el estado de deshidratación es un factor clave en la formación de estas piedras, explica que "para formar una piedra en los riñones tienen que haber dos cosas: tenemos que estar botando muchas sales y tener una orina bien concentrada".
Esta alta concentración de orina, se ve especialmente en climas cálidos o trópicos, donde las personas tienden a consumir menos agua y a tener orina amarilla y concentrada. "Andamos en un estado crónico de deshidratación y eso es un factor extremadamente importante para formar cálculos renales", explica.
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Además del clima y la hidratación, los factores metabólicos desempeñan un papel crucial en el desarrollo de los cálculos. Según el Dr. Bernaschina, personas con condiciones como la diabetes, el sobrepeso o un estado acidótico metabólico crónico, ven reducido el nivel de inhibidores de la formación de piedras en sus sistemas, incrementando su riesgo de desarrollar cálculos.
Explica que "hay condiciones médicas donde se excreta más calcio en la orina, más fosfato o más oxalato, que son algunos de los componentes de los cálculos, y estas personas van a tener una incidencia aumentada de cálculos también".
Los síntomas de los cálculos, varían según el tipo y tamaño de la piedra, pero, en algunos casos, pueden presentarse de manera silenciosa. Hay quienes, sin saberlo, tienen piedras sin ningún síntoma hasta que son descubiertas en estudios de rutina.
De hecho, según el experto, "hay pacientes que pueden tener cálculos renales grandes, de un centímetro o más, y no tener síntomas. Estos son los famosos ´cálculos por infección´ o las piedras que se llaman ´coraliformes'".
Estas piedras suelen estar llenas de bacterias, que a su vez promueven su crecimiento, y el único síntoma que experimentan estos pacientes son infecciones urinarias recurrentes.
Sin embargo, el experto aclara que estos cálculos por infección, son más comunes en mujeres, especialmente en aquellas con sobrepeso y en edad reproductiva. Así, que cuando una mujer joven sufre de infecciones urinarias recurrentes causadas por la misma bacteria, se debe considerar la posibilidad de que sea un cálculo renal por infección.
Aunque, para otras personas, los síntomas pueden ser mucho más evidentes: "el paciente sintomático va a llegar a la sala de emergencia con un dolor agudo, súbito, con náuseas y vómitos", explica el experto.
El dolor causado por un cálculo que bloquea el flujo de orina en el riñón o en el uréter, es una de las manifestaciones más temidas por los pacientes. Pues, este dolor varía en intensidad y ubicación según el avance de la piedra.
"Si la obstrucción es bien alta en el riñón, el dolor va a ser en el costado, pero a medida que la piedra va bajando por el uréter, que es el conducto que nos comunica el riñón con la vejiga, el dolor va a ir bajando hasta llegar al área genital".
Una obstrucción causada por estos cálculos grandes, puede llevar a situaciones serias, el Dr. Bernaschina explica que "un riñón obstruido por una piedra, se infecta, eso es una bomba de tiempo para que el paciente desarrolle una urosepsis o una septicemia, y pueden fallecer de eso".
Esta situación se vuelve crítica, ya que, por lo general, cuando el cálculo se desprende, el dolor puede disminuir momentáneamente. Este alivio temporal a menudo lleva a los pacientes a evitar la consulta médica, impidiendo la detección y tratamiento oportuno de una condición potencialmente mortal.
Por regla general, entre el 70% y el 80% de los cálculos renales son de calcio. "Si usted puede ver la piedra en una radiografía sencilla, la piedra tiene calcio y no se puede disolver con nada", explica. "Hay que botarla, si es pequeña o removerla quirúrgicamente".
Sin embargo, existen otros tipos de cálculos renales que sí pueden disolverse mediante tratamiento farmacológico, como las piedras de ácido úrico. Si estas piedras son pequeñas y no causan una obstrucción aguda del riñón o una infección, se puede tratar a los pacientes con sustancias que alcalinicen la orina. "Específicamente utilizamos citrato de potasio, pues va a cambiar el pH ácido a un pH levemente alcalino, permitiendo disolver estas piedras".
En cuanto a los tratamientos quirúrgicos, el experto finalizó mencionando que si se han realizado avances significativos en el manejo de los cálculos renales. "Las técnicas, nos permiten prácticamente el 100% de las piedras removerlas mediante técnicas mínimamente invasivas sin tener que hacerle una incisión al paciente".