Tras el diagnóstico reciente de leucemia mieloblástica aguda desarrolló cefalea postpunción dural severa tras punción lumbar para análisis de líquido cefalorraquídeo y administración de quimioterapia intratecal

El cáncer de próstata continúa siendo uno de los principales desafíos oncológicos para la población masculina, pero su detección temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico del paciente.
En una entrevista exclusiva con Medicina y Salud Pública, el Dr. Gilberto Ruiz Deyá, urólogo, director de la Residencia de Urología del Hospital Centro Médico y la Escuela de Medicina de Ponce, desentraña los mitos y realidades sobre el antígeno prostático específico (PSA) y ofrece claves fundamentales para identificar esta enfermedad antes de que sea demasiado tarde.
Contrario a lo que muchos pacientes creen, tener PSA detectable en la sangre es completamente normal. El Dr. Ruiz Deyá aclara que lo importante no es la presencia de esta proteína, sino sus cambios y contexto.
"Todo el mundo tiene PSA, es una proteína que se produce por la próstata y corre por nuestro torrente sanguíneo", explica el especialista, quien enfatiza que múltiples condiciones pueden elevar estos niveles, no solo el cáncer.
La edad del paciente resulta crucial en la interpretación de los resultados. Según el urólogo, un PSA de 3 puede ser normal para un hombre de 70 años, pero representa una señal de alarma en alguien de 50. "Es bien importante tener en consideración la edad del paciente con el PSA", advierte.
Uno de los aspectos más reveladores que el Dr. Ruiz Deyá destaca es la velocidad con la que aumenta el PSA, conocida como "PSA velocity". Este dato puede ser más significativo que el valor absoluto del antígeno.
"Si la velocidad del PSA es muy rápida, aunque esté bajo el nivel normal, eso prende una bombilla de que pueda haber cáncer de próstata", señala el experto, quien recomienda que el aumento anual no supere los 0.8 puntos.
Cuando el PSA se duplica en menos de 10 meses (PSA doubling time), las implicaciones son aún más graves: "La posibilidad de metástasis en el hueso es altísima", advierte Ruiz Deyá, agregando que este patrón generalmente indica tumores agresivos o enfermedad ya diseminada.
Quizás uno de los hallazgos más preocupantes que comparte el Dr. Ruiz Deyá es que los tumores más agresivos pueden no elevar el PSA. Por esta razón, insiste en la importancia vital del examen rectal digital.
"Muchas veces hay tumores de los más agresivos que no producen PSA", explica. "Tú puedes tener un paciente con un PSA completamente normal y si le hacemos un examen rectal y vemos alguna anormalidad, puede tener un tumor y muchas veces estos tumores tienen que hacerse más agresivos".
El especialista enumera varios "red flags" o señales de alarma que requieren evaluación inmediata, independientemente de los niveles de PSA:
Sangre en la orina
Dificultad para orinar o titubeo
Dolores en los huesos o la pelvis
Elevación de la fosfatasa alcalina (puede indicar metástasis óseas)
"Un paciente que tenga sangre en la orina definitivamente debe de revisarse", subraya el Dr. Ruiz Deyá, reconociendo que estos síntomas pueden confundirse con el crecimiento benigno de la próstata, pero no deben minimizarse.
El especialista destaca cómo las nuevas tecnologías de imagen, especialmente el PET scan (Tomografía por Emisión de Positrones) dirigido a cáncer de próstata, han transformado el panorama del diagnóstico y tratamiento.
"El Pet scan dirigido a cáncer de próstata realmente ha cambiado el juego", afirma con entusiasmo. Esta tecnología permite identificar pequeños focos de enfermedad que antes eran indetectables, facilitando tratamientos más precisos y evitando terapias innecesarias.
Sin embargo, el Dr. Ruiz Deyá advierte que la resonancia magnética (MRI), aunque útil, tiene sus limitaciones: "Hasta el MRI todavía tenemos hasta 10 y en algunos casos 15% de los pacientes que tienen tumores agresivos no los podemos conseguir".
El panorama para los pacientes con cáncer de próstata ha mejorado dramáticamente en años recientes. El especialista revela que medicamentos de nueva generación que bloquean los receptores de andrógenos y terapias dirigidas para pacientes con mutaciones específicas (BRCA-1, BRCA-2, ATM) están extendiendo significativamente la supervivencia.
"Los últimos seis, siete años se han hecho unos avances significativos en lo que es la sobrevivencia para pacientes con cáncer de próstata", celebra el Dr. Ruiz Deyá. "Hacía años que nosotros no teníamos medicamentos que pudieran mejorar la sobrevida".
A pesar de todos los avances tecnológicos y farmacológicos, el Dr. Ruiz Deyá insiste en que la detección temprana sigue siendo la herramienta más poderosa contra esta enfermedad.
"La única manera que nosotros podemos diagnosticarlo a tiempo es con un discernimiento temprano", enfatiza. "Tenemos que chequearnos después de los 50 años o algunos pacientes después de los 40, dependiendo de la historia".
Su mensaje final es claro y contundente: hacerse el examen físico y el PSA regularmente es la única forma de diagnosticar a tiempo esta enfermedad y, potencialmente, salvar vidas. Para los pacientes con cáncer de próstata tratable detectado tempranamente, "le podemos mejorar la sobrevivencia", concluye el experto con optimismo fundamentado en décadas de experiencia clínica.