La adicción al alcohol es una problemática cada vez más frecuente en Puerto Rico, 16.9 por ciento en la isla padece de abuso o dependencia al alcohol.
César Fuquen Leal
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La adicción al alcohol es una problemática cada vez más frecuente en Puerto Rico, recientes estudios evidencian que uno de cada seis adultos (16.9 por ciento) en la isla padece de abuso o dependencia al alcohol. Sin embargo, hay buenas noticias en cuanto a investigaciones de esta situación, en Puerto Rico existen investigadoras como la doctora Cristina Velázquez-Marrero que adelantan investigaciones para combatir la adicción a esta sustancia.
De hecho, la Dra. Velázquez quien es Investigadora Catedrática Auxiliar del Instituto de Neurología del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), recibió una subvención de 1.7 millones otorgada por los Institutos Nacionales de Salud y el Instituto Nacional para investigar los patrones de consumo de alcohol y desarrollar terapias innovadoras para la prevención y tratamiento del alcoholismo.
El estudio de la Dra. Velázquez se basa en comprender las adaptaciones a nivel molecular que ocurren en respuesta a la exposición al alcohol que subyace a la tolerancia y sus efectos agravantes en los trastornos de adicción. Lo anterior, permitirá el desarrollo de terapias innovadoras para la prevención y tratamiento del alcoholismo.
“Hasta ahora no ha habido ninguna estrategia formal para evitar el crecimiento en masa del alcohol. Por la emergencia del COVID el alcohol es una amenaza inminente a la población. Si se ha tomado en cuenta la ordenanza que limita la venta de alcohol en ciertos días de semana y se continúa adiestrando al personal clínico también para que esté listo para atender las complicaciones que trae el aumento de consumo de alcohol en la población. Esto incluye difundiendo recursos y haciendo hincapié en la importancia de buscar ayuda profesional para ayudar a manejar los estresores de de la cuarentena de una manera más saludable”, le explicó a la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) la Dra. Velázquez.
La Dra. Cristiana realizó un análisis sobre el consumo de alcohol en la población boricua y evidenció, mediante el estudio de algunas investigaciones, que los puertorriqueños beben grandes cantidades de esta sustancia que en exceso podría afectar la salud.
“La Agencia customer analytics hizo un censo que incluye a Puerto Rico y nos informa que la venta de alcohol aumentó 54 por ciento a finales de marzo en comparación con esa época del año pasado. Las ventas de línea de alcohol aumentaron casi 500 por ciento a fines de abril. Todo parece indicar que sí ha habido un aumento significativo de consumo de alcohol en Puerto Rico. (...) El abusar del alcohol significa que se consume más alcohol y esto puede llevar a complicar problemas de salud ya existentes y causar problemas de salud crónicos. Puerto Rico está en una situación bien precaria porque en su historia están los eventos huracanes, Irma, María, terremotos, catástrofes y la gente necesita bregar con el trauma”, ahondó la investigadora.
Según la investigadora, el acompañamiento en el tratamiento de la adicción al alcohol es indispensable y “requiere una perspectiva multidisciplinaria”.
“El tratamiento psicológico es fundamental. El resultado de las intervenciones de recuperación, etc. Una directriz básica para tratar la adicción es el consejo psicológico: individual o en grupo, además de otras terapias conductuales son componentes críticos para el tratamiento efectivo de la adicción. Esto, además, se suma a las recomendaciones de la Asociación de Psicología Americana sobre la efectividad de tratamiento psicológico realizados en los últimos años, específicamente en el proceso de recuperación de dependencia al alcohol”, aseguró Velázquez.
De igual forma, la especialista hace hincapié en que el tratamiento contra la adicción al alcohol varía dependiendo de la persona y explica algunas de las opciones farmacológicas para tal fin.
“El tratamiento adecuado para cada persona depende del individuo y su situación. Muchas personas encuentran una combinación de tratamiento que funciona mejor y pueden combinarlos a través de un programa de hospitalización o residenciales en los que permanecen en un centro de tratamiento por algún tiempo. Otros son programas ambulatorios en los que vive en casa y baja al centro para recibir tratamiento. Para aquellos que tienen un trastorno grave de consumo de alcohol, la desintoxicación es el primer paso y es un plazo clave. (...) Es importante que haya un médico y otro personal especializado que lo puedan atender y medicar para ayudar con el proceso de desintoxicación. (...) También existe la parte farmacológica. Existen medicamentos importantes que ayudan durante el proceso, pero ningún medicamento puede curar el trastorno por consumo de alcohol”, determinó la Dra. Velázquez.
Para terminar el diálogo con MSP, la investigadora afirmó que se debe priorizar el manejo del alcoholismo para evitar los difíciles procesos que la mayoría de ocasiones deben afrontar los pacientes. Además, se deben “agotar los recursos para investigar la tasa de consumo real e incrementar estrategias para mitigar o tratar el abuso del alcohol”, concluyó la Dra. Velázquez.