La intervención temprana en la artritis reumatoide es crucial, ya que después de dos años de la enfermedad, un alto porcentaje de los pacientes ya presentan daño articular, que puede ser irreversible.
ReumaExpo es un evento anual organizado por la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER), diseñado para educar y empoderar a las personas afectadas por enfermedades reumáticas.
Este año, bajo el lema "Juntos hacia un futuro más saludable", logró atraer a cientos de asistentes, demostrando su relevancia y el compromiso de la fundación por ofrecer un espacio de apoyo y conocimiento.
Por esto, el presidente de la fundación FER, el Dr. Óscar Soto Raíces, destacado reumatólogo, conversó sobre la artritis reumatoide (AR), explicando su complejidad y los desafíos que plantea para los pacientes y médicos por igual.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente a las articulaciones.
El Dr. Soto explicó que la AR es una enfermedad sistémica, lo que significa que "esa inflamación, que viene de una falta de regulación del sistema inmune, se puede pasar a muchos otros órganos". Entre estos órganos, se encuentran incluidos los pulmones, el corazón y los riñones, es decir que generalmente, su tratamiento tiene un enfoque multidisciplinario.
El experto identificó varios síntomas característicos de la artritis reumatoide, señalando que el dolor articular es uno de los más prominentes. Este dolor "suele ser simétrico", lo que significa que afecta las mismas articulaciones de ambos lados del cuerpo, como "las dos manos a la vez, las dos muñecas a la vez, las dos rodillas a la vez".
Además, la inflamación se manifiesta frecuentemente como hinchazón visible en las articulaciones afectadas, que también puede presentar enrojecimiento y calor.
Lo que sí es cierto, es que uno de los signos más distintivos que mencionó fue la rigidez matutina. "A diferencia de la rigidez asociada con la osteoartritis, que puede durar entre 15 y 30 minutos, la rigidez matutina en AR puede prolongarse 45 minutos, una hora o más", dijo.
Además, "puede haber dolor generalizado, malestar, y fatiga. Estas cosas pueden ocurrir de momento y pueden estar presentes por muchos meses, con el tiempo va evolucionando y luego se presenta con esa hinchazón simétrica, característica, que nos ayuda a hacer mejor el diagnóstico".
El Dr. Soto recalcó que el diagnóstico y tratamiento temprano son fundamentales para prevenir daños permanentes en las articulaciones. "La recomendación es que tratemos esto de forma muy temprana. Es al principio, porque ya después de los primeros dos años, de un 50% a un 70% de los pacientes, ya tienen daño en la articulación", afirmó.
De hecho, mencionó que el tratamiento no debe parar abruptamente si dejan de doler las articulaciones, o si dejan de verse hinchadas, pues, "no importa que la inflamación suba o baje, el daño de la articulación sigue aumentando de forma exponencial", dice. "Si no hacemos nada por detener esto a tiempo, perdemos función, perdemos movimiento, y ganamos erosiones".
En términos de tratamiento, el doctor discutió una variedad de enfoques. Los DMARDs (fármacos modificadores de la enfermedad), son una opción común y se utilizan para controlar la progresión de la enfermedad.
Aunque también mencionó los tratamientos biológicos que pueden ser más efectivos para alcanzar la remisión. "Queremos llevar a ese paciente a la remisión", dijo. "Hemos cambiado cómo usamos todas estas cosas para lograr esa remisión lo antes posible". El objetivo que planteó fue que los pacientes vivieran sin síntomas y sin daño articular.
Por esto, el enfoque actual busca iniciar una combinación de tratamientos lo más pronto posible para optimizar los resultados. La estrategia de "triple terapia" implica el uso de múltiples fármacos desde el principio para maximizar la eficacia y minimizar el daño articular.
"Lo que se hace hoy en día, es un tratamiento combinado, donde usamos DMARTS y biológicos tradicionales y biológicos a veces en combinación, para poder llevar al paciente a remisión y evitar esa progresión de inflamación del sistema inmune. Y, a la par, porque se hace todo entonces al mismo tiempo, se usan otros recursos como sean necesarios, dependiendo del paciente, porque esto siempre hay que individualizarlo
De manera concluyente, el Dr. recalcó que el autocuidado y un estilo de vida saludable en el manejo de la artritis reumatoide son muy importantes, además de llevar una dieta equilibrada que se acompañe con ejercicio regular.
El experto mencionó que "los pacientes que tienen mejor alimentación y que tienen más actividad física les va mejor con el tratamiento".