Desde los inicios históricos con la "toxina de Coley" hasta las terapias modernas como los inhibidores de "immune checkpoints", estos avances han revolucionado la oncología, ofreciendo nuevas esperanzas a los pacientes.
La investigación del cáncer es un campo de inmenso valor, que brinda esperanza a miles de pacientes y familias. En este contexto, el Dr. Fernando Cabanillas, Director médico del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo, tiene una carrera en varios centros médicos de prestigio y numerosas publicaciones en revistas científicas. Su investigación es de vital importancia para mejorar el tratamiento del cáncer e implementar nuevas estrategias de tratamiento. Además, el Dr. Cabanillas fue un apasionado defensor de la educación y la ciencia médica, contribuyendo a la formación de una nueva generación de oncólogos y a la conciencia pública sobre el cáncer.
Los primeros pasos: de la toxina de Coley a los ‘immune checkpoints’
En el primer Simposio de Cáncer de Química de la Universidad de Puerto Rico, el Dr. Cabanillas destacó los recientes avances en el tratamiento oncológico, con especial enfoque en la inmunoterapia.
"La inmunoterapia se ha convertido en un arma importante en el tratamiento del cáncer, superando a las terapias biológicas que han mostrado resultados igualmente prometedores", afirmó.
Aunque mucha gente piensa en la inmunoterapia como algo nuevo, sus raíces se remontan al siglo XIX. William Coley desarrolló la llamada "toxina Coley" después de observar que las infecciones en los pacientes conducían a la regresión del tumor.
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La revolución del ‘immune checkpoint’
Sin embargo, Cabanillas explicó que los primeros esfuerzos de inmunoterapia no fueron muy productivos.
"James P. Allison descubrió lo que ahora se conoce como un 'Immune Checkpoint' en 1996 y ganó el Premio Nobel de Medicina en 2018 por esta innovación", afirmó.
Allison demostró que la inhibición de ciertos puntos de control del sistema inmunológico, como CTLA4, puede activar las células T para atacar tumores malignos. "Lo más interesante es que lo más importante para Allison no fue el Premio Nobel, sino el hecho de tocar la armónica con Willie Nelson", comentó Cabanillas destacando la fascinante personalidad de Allison.
Evolución de la inmunoterapia: Rituximab y el tratamiento de linfomas
La inmunoterapia ha evolucionado a lo largo de los años e incluye múltiples generaciones de tratamientos. "Al principio administrábamos Interferón y BCG, pero la eficacia era limitada. Luego llegó el Rituximab y supuso un gran avance en la lucha contra el linfoma", explica Cabanillas.
Los linfomas se dividen en linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin y son objeto de intensas investigaciones, siendo el linfoma difuso de células grandes y el linfoma folicular los más comunes. "El CD20, una proteína que se encuentra en el 95% de las células B, ha sido una diana terapéutica importante en estos tratamientos", añadió.
Características de los linfomas: comportamientos y estrategias de tratamiento
Cabanillas también explicó cómo los linfomas pueden comportarse de forma agresiva o crecer lentamente, según el tipo. "El linfoma de células grandes es especialmente agresivo, mientras que el linfoma folicular tiende a crecer lentamente. Con el tratamiento adecuado, este último puede tratarse con éxito", afirma.
Nuevos hitos en la inmunoterapia: Nivolumab, Pembrolizumab y más
Con la introducción de inhibidores de puntos de control inmunológico como Nivolumab y Pembrolizumab, la inmunoterapia ha alcanzado un nuevo hito. Estos anticuerpos han demostrado una eficacia significativa en la remisión de linfomas, incluido el linfoma de Hodgkin.
“En estudios recientes, hasta el 87% de los pacientes con linfoma de Hodgkin respondieron positivamente a estos tratamientos”, destacó Cabanillas. Pembrolizumab, conocido comercialmente como Keytruda, está aprobado para su uso en tumores sólidos y tiene una alta tasa de respuesta.
Finalmente, Cabanillas mencionó otros avances en inmunoterapia, como Monjuvi (tafasitamab), un anticuerpo contra el CD19 que ha demostrado ser eficaz en pacientes con linfoma difuso de células grandes. "Estos tratamientos representan un cambio de paradigma en oncología y ofrecen nuevas esperanzas a pacientes que antes tenían pocas opciones", concluyó.