La llegada de la inmunoterapia marcó un antes y después en el manejo del linfoma.
El linfoma abarca un grupo amplio de enfermedades del sistema linfático donde se ven involucrados tejidos, órganos y células específicas que hacen parte del sistema inmunológico.
Al respecto, el Dr. Eduardo Sotomayor, director ejecutivo del Instituto de Cáncer en Tampa General Hospital, presentó una ponencia sobre los principales avances en el manejo de pacientes con linfoma durante la convención anual de la Asociación de Hematología y Oncología Médica de Puerto Rico.
“Existen más de 80 tipos diferentes de linfomas. El más común se conoce como el linfoma de células grandes, que representa el 35 % de los linfomas no Hodgkin, seguido por el linfoma folicular y el de células T. Además tenemos el linfoma de Hodgkin que usualmente se presenta en gente joven, es altamente curable y proviene de los linfocitos B”, explicó.
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Transformación de los tratamientos del linfoma
Sobre la evolución del manejo de pacientes con estas enfermedades, el Dr. Sotomayor compartió su experiencia desde la década de 1990, cuando los tratamientos para el linfoma se basaban principalmente en quimioterapia, radiación y trasplantes de médula ósea.
“Uno de los primeros avances fue el desarrollo de anticuerpos monoclonales que se administraban junto con la quimioterapia. Luego se desarrollaron terapias dianas basadas en ciertas moléculas importantes en el crecimiento del linfoma. A partir de ahí vinieron una serie de medicamentos conocidos como inhibidores de BTK”, informó.
Llegada de la inmunoterapia para combatir el cáncer
Sin embargo, el especialista reconoció que uno de los avances más emocionantes en el tratamiento del linfoma y otros cánceres es la inmunoterapia. Esta terapia aprovecha el poder del sistema inmunológico del cuerpo para combatir la enfermedad.
“La cura está dentro de nosotros mismos, del sistema inmunológico”, afirmó.
Dentro de esta línea de tratamiento, el Dr. Sotomayor destacó dos grandes avances. Primero, el desarrollo de los anticuerpos checkpoints, que son efectivos en el linfoma de Hodgkin y los anticuerpos biespecíficos, que se utilizan en linfomas de bajo grado y linfomas agresivos.
Terapia CAR-T
“El otro grupo son los CAR-T cells. Para quienes no han respondido a la terapia convencional podemos decir que con los CAR-T cells curamos el 40 % de los pacientes”, afirmó el Dr. Sotomayor.
La terapia celular o CAR-T es un procedimiento complejo en el que se transforman los linfocitos del propio paciente para combatir las células malignas del linfoma. Usualmente, esta terapia se brinda a pacientes que han fallado a otros tratamientos.
Sin duda, el tratamiento del linfoma ha avanzado significativamente en las últimas décadas, ofreciendo nuevas esperanzas y oportunidades de cura. Para eso, la investigación y los ensayos clínicos son clave para brindar nuevas opciones a los pacientes.
“Las terapias que tenemos ahora son el resultado de estudios clínicos que se realizaron años anteriores, es decir, que las terapias futuras para el linfoma van a ser el resultado de los ensayos clínicos que se lleven a cabo hoy”, afirmó el Dr. Sotomayor.