Tras un cúmulo mayor de contagios a través de actos sexuales, sugieren evitar estas prácticas entre múltiples parejas.
Tras realizar un estudio con una muestra de 181 pacientes contagiados con viruela del mono, investigadores determinaron que el sexo anal-receptivo es más propenso para que los pacientes puedan tener síntomas sistémicos tempranos antes de desarrollar lesiones cutáneas.
La explicación que ofrecieron es que el sexo anal podría dañar el epitelio y permitir la entrada de sangre, permitiendo una mayor viremia en una etapa temprana cuando las lesiones locales aún no han desarrollado.
“Una explicación alternativa es que los participantes tenían lesiones rectales en el momento de la presentación inicial, pero estos se perdieron. Un fenómeno similar se ha observado en pacientes con sífilis: los hombres que tienen sexo con hombres tienen menos probabilidades de presentarse con primario sífilis porque a menudo se pasan por alto los chancros rectales”, refieren en la publicación realizada.
Explicaron que por el corto período de incubación, la vacunación previa a la exposición de los grupos que están en alto riesgo fue más eficaz que la vacunación postexposición para el control de salud pública de la infección.
“Específicamente, describimos una proctitis ((inflamación del revestimiento interno de la pared del recto) relacionado con síndrome clínico, con diferentes características clínicas, incluyendo manifestaciones sistémicas antes del inicio de la lesión, en individuos que reportan sexo anal-receptivo, que difiere de otras presentaciones”, refieren.
Estas son las lesiones que los investigadores encontraron en parte de los pacientes infectados con viruela del mono. Foto: The Lancet.
Destacaron que las cargas virales sorprendentemente más altas se hallaron en los hisopos de la lesión, versus que en los hisopos faríngeos deben ser más profundos.
Agregaron que aún quedan respuestas sobre si la viruela del mono es transmitida sexualmente a través del semen y las secreciones vaginales. Sin embargo, la definición extendida de transmisión sexual, es decir, infecciones como la sífilis y el herpes simple, incluyen la presencia de patógenos en lesiones genitales purulentas que se transmiten a través de abrasiones superficiales en la piel o membranas mucosas.
“Las rutas del epitelio exhiben la mayor probabilidad de adquisición de infecciones de transmisión sexual porque tienen un menor grado de queratinización y una mayor frecuencia de células presentadoras de antígenos como macrófagos y células dendríticas”, destacan.
Insistieron en que el resultado sugiere que el contacto cercano durante las relaciones sexuales es la forma dominante de transmisión de la viruela del mono en el brote actual, por lo que las estrategias hacia estas poblaciones en mayor riesgo necesitan ser reforzadas para crear conciencia del virus y su transmisión piel a piel.
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