Anticonvulsivos desencadenan síndrome Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica en pacientes de la Isla

Dependiendo de la zona, esto impide el desarrollo normal de actividades comunes, indica el estudio.

Redacción MSP

    Anticonvulsivos desencadenan síndrome Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica en pacientes de la Isla

    El síndrome de Stevens-Johnson (SJS) y la necrólisis epidérmica tóxica (NET) son reacciones mucocutáneas raras y potencialmente letales. Dada su rareza, un grupo de investigadores comparó los datos, complicaciones y evolución de los pacientes que son atendidos en la Universidad de Puerto Rico (UPR). 

    El síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica producen erupción, descamación de la piel y ampollas en las membranas mucosas.

    Suelen aparecer entre la primera y tercera semana después de iniciado un tratamiento con un fármaco -si es que un fármaco es la causa- y se presenta con fiebre, dolor de cabeza, tos, queratoconjuntivitis (inflamación de la conjuntiva y la córnea), y dolores en todo el cuerpo

    Incluye alteraciones cutáneas, con la aparición de una erupción aplanada y rojiza en la cara, cuello y en el tronco, que con frecuencia se extiende después al resto del cuerpo formando un patrón irregular

    Las áreas de erupción se agrandan y se extienden, y a menudo se forman ampollas en su centro. La piel de las ampollas es muy frágil y se desprende con facilidad, a menudo sólo con un toque o un tirón ligeros, y las ampollas se descaman en un periodo comprendido entre 1 y 3 días.

    Al menos  10 por ciento de la superficie del cuerpo queda afectada con el SJS. En la NET se desprenden grandes extensiones de piel y está afectada más del 30 por ciento de la superficie corporal. Las áreas afectadas son dolorosas, y el afectado se siente muy enfermo, con escalofríos y fiebre. En algunos casos se pierde el cabello y las uñas.

    Este tipo de escenario se desencadena más en las mujeres, y entre los fármacos que lo potencializan se encuentran medicamentos antibióticos, alopurinol, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y anticonvulsivantes aromáticos. 

    Igualmente, los anticonvulsivos fungen como los desencadenantes más frecuentemente de este tipo de síndromes.

    Otras causas reportadas son infecciones, como neumonía por Mycoplasma y virus del herpes, inmunizaciones, entre otros. 

    Precisamente para evaluar la demografía, drogas utilizadas, tratamientos, complicaciones y resultados en pacientes con SJS/NET dentro de la población puertorriqueña surge este estudio, que entre los primeros resultados, encontraron que los antibióticos, seguidos de los anticonvulsivos, fueron los que se utilizaron con mayor frecuencia entre dicha población de pacientes. 

    “Como se ha visto en grandes estudios multinacionales de casos y controles, los medicamentos más comúnmente implicados para SJS y NET son alopurinol, anticonvulsivos (incluyendo lamotrigina), sulfonamidas antibacterianas, nevirapina y oxicam”, destacan los autores del estudio, capitaneado por autores adscritos al Departamento de Dermatología del Recinto de Ciencias Médicas.

    Los datos se evaluaron luego de una revisión total de 24 casos de adultos y seis pediátricos. “Las drogas agresoras más frecuentes identificadas fueron antibióticos (56.7%), anticonvulsivos (23.3%) y antiinflamatorios no esteroideos”, recalcan. 

    Aunque la patogenia exacta que induce el daño de la piel no se comprende completamente, se sugiere que la exposición a ciertos tipos de fármacos o metabolitos de fármacos induce en los individuos predispuestos una respuesta inmune a fármacos que dan como resultado una apoptosis masiva de queratinocitos, resumen. 

    Además, indican que se han descrito varios factores de riesgo clínico, como la edad avanzada, la susceptibilidad genética asociada a alelos HLA específicos y estados inmunocomprometidos como la infección por VIH 14 y neoplasias malignas hematológicas. 

    “En nuestro estudio, el 86,2 % (25/29) de los pacientes sobrevivieron, de los cuales más de la mitad recibieron inmunoglobulina intravenosa, que se considera una forma de manejo adecuada e inmediata asociada con una alta tasa de supervivencia, mientras que el uso de corticosteroides sigue siendo controversial”, finalizaron. 

    En ambos trastornos aparecen llagas en las membranas mucosas: en el revestimiento de la boca, la garganta, el ano, los genitales y los ojos. 

    Dependiendo de la zona, esto impide el desarrollo normal de actividades comunes como comer, los ojos duelen y se presentan cicatrices. También algunas veces se ven afectadas las membranas mucosas de las vías digestivas y respiratorias, lo que causa diarrea y tos, neumonía y ahogo.

    Acceda al estudio aquí.


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