Experta reveló las nuevas estrategias para cerrar brechas de acceso y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

En conmemoración del Día Mundial del Sida, la Dra. Norma Delgado, directora del Programa Ryan White en Puerto Rico, compartió los avances significativos y desafíos que enfrenta la atención del VIH en la isla, destacando cómo el programa ha evolucionado para adaptarse a las necesidades emergentes de una población que envejece y requiere servicios más integrales.
El Programa Ryan White Part B-ADAP, que opera bajo el Departamento de Salud, se ha consolidado como un pilar fundamental en la respuesta al VIH en Puerto Rico, ofreciendo no solo atención clínica sino una red integral de servicios de apoyo que abarcan todo el archipiélago.
La Dra. Delgado explicó que el programa tiene como misión fundamental enlazar a toda persona con diagnóstico positivo al VIH a tratamiento inmediato. "Nuestro rol principal es enlazar a toda persona con diagnóstico positivo al VIH a tratamiento inmediatamente", enfatizó la directora, destacando que el objetivo va más allá de proveer medicamentos.
El programa busca que los pacientes logren "una carga viral suprimida y finalmente indetectable, de manera que pueda alcanzar su bienestar, una calidad de vida ejemplar para su desarrollo como persona en su familia y reducir también la transmisión del virus en la comunidad", agregó Delgado, resaltando el concepto indetectable igual a intransmisible (I=I).
Uno de los logros más destacados del programa es la reducción drástica en el tiempo que transcurre desde el diagnóstico hasta el inicio del tratamiento antirretroviral.
"En el pasado se entendía como enlace temprano, eran 30 días de conocer el diagnóstico, ya lo hemos reducido a 15 días y queremos movernos a reducir el tiempo en que la persona puede conectarse al tratamiento antirretroviral", explicó la doctora Delgado.
Este cambio ha generado resultados contundentes: "Más del 90% de nuestros participantes tengan una carga viral suprimida y lleguen a tenerla intransmisible", señaló la directora, subrayando que esto no solo mejora la salud individual sino que reduce la transmisión comunitaria del virus.
La evolución de las terapias antirretrovirales ha sido revolucionaria. La Dra. Delgado destacó que "ya son terapias más simples, menos frecuentes, ya no es una cantidad grande de pastillas al día, llegamos ahora a inyectables cada dos meses, estamos próximos a llegar a tener otra administración de inyectables con menos frecuencia durante el año".
Estos avances científicos facilitan la adherencia al tratamiento, reducen los efectos secundarios y permiten a los pacientes llevar vidas más productivas. "Las personas viven más años, no necesariamente mueren de VIH o de la tercera etapa del VIH, sida, mueren de causas regulares de la edad, eso es lo que estamos viendo", afirmó la directora.
El envejecimiento de la población con VIH ha presentado desafíos particulares que el programa ha abordado con soluciones innovadoras. La Dra. Delgado identificó el envejecimiento poblacional y las necesidades socioeconómicas como "una de las brechas que estamos confrontando".
Para atender esta realidad, han implementado "un proyecto de visitas al hogar de aquellas personas adultas mayores de 50 años o más que tienen problemas de movilidad para acercarse al centro clínico". Estos servicios incluyen equipos clínicos que realizan seguimientos e intervenciones directamente en los hogares de pacientes con características específicas.
Además, el programa ha ampliado significativamente su oferta de servicios de apoyo: comida a domicilio, transportación médica, cuidado de salud en el hogar, asistencia en el hogar para pruebas de laboratorio, y asistencia económica de emergencia. Esta última se ha fortalecido particularmente "por el aumento en los costos de las utilidades, de la comida", explicó Delgado.
La directora identificó varios factores que pueden llevar a los pacientes a interrumpir su tratamiento. Las personas adultas mayores "tienen problemas de movilidad para sus citas médicas porque, según pasa el tiempo, viven solas, no tienen a quien los lleve a sus citas", explicó Delgado.
Otros factores incluyen responsabilidades de cuidado hacia familiares, olvidos relacionados con el desarrollo de la condición, y la complejidad del sistema de salud. Para contrarrestar estas situaciones, el programa cuenta con una unidad de búsqueda y retención en cuidado con trabajadores de enlace asignados a cada clínica.
"Ryan White acompaña a la persona, pero siempre desde el respeto, la empatía y la sensibilidad y obviamente respetando si la persona quiere ser contactada", enfatizó la directora, destacando el enfoque centrado en el paciente.
En un esfuerzo por hacer los servicios más accesibles, el programa modificó sus requisitos de manera sustancial. "Cambiamos nuestros criterios de elegibilidad. Lo hicimos más amplios a una persona con un ingreso económico de cinco mil dólares o menos al mes puede ser elegible", informó la directora.
Los criterios incluyen vivir en Puerto Rico, tener diagnóstico positivo de VIH, y no contar con un plan o seguro médico que cubra el servicio específico necesario. "Aunque tuviera un plan, pues que ese plan no le produce servicio", aclaró Delgado, señalando que esto ha permitido atraer a más personas que necesitan los servicios en los últimos meses.
El programa mantiene un enfoque profundamente centrado en la comunidad a través de diversos cuerpos asesores. La red de proveedores incluye "siete programas de agencias comunitarias, subrecipientes de fondos que ofrecen servicios clínicos y de apoyo" distribuidos estratégicamente en cada región de salud de Puerto Rico.
El grupo de planificación Ryan White Part B-ADAP "incluye personal de la comunidad con VIH, proveedores, academia, agencias hermanas, aliados que se integran en este grupo de planificación donde identificamos las necesidades y planificamos juntos los servicios que queremos desarrollar y cuáles queremos fortalecer", detalló la directora.
Adicionalmente, el Comité Asesor de ADAP está "integrado por personas con diagnóstico de VIH, médicos tratantes, infectólogos, farmacéuticos, especialistas en el área de servicio del tratamiento al VIH que asesoran al programa sobre nuevos medicamentos a incluir protocolos, guías y asegurar el acceso a las personas con diagnóstico de VIH a nuevos tratamientos".
El programa no se limita a medicamentos antirretrovirales. "Los medicamentos que cubrimos que no son solamente de VIH, también hay enfermedades oportunistas, efectos secundarios, otras comorbilidades", explicó la directora, reflejando un enfoque integral de la salud del paciente.
La red de servicios incluye 60 entidades, compuesta por las ocho clínicas integradas del Departamento de Salud para prevención y tratamiento de VIH, ETS, tuberculosis y hepatitis, además de 45 centros externos ubicados en clínicas comunitarias donde se despachan medicamentos, y las siete agencias de base comunitaria mencionadas anteriormente.
Al concluir la entrevista, la Dra. Delgado envió un mensaje contundente a la comunidad puertorriqueña: "El VIH no es una sentencia de muerte, la ciencia ha avanzado mucho, los tratamientos se han simplificado y hay una gama amplia de servicios de apoyo y más allá del tratamiento clínico que están ahí para acompañarte y ayudarte a mantenerte saludable, porque una vida con VIH y de calidad sí es posible".
La directora hizo un llamado directo a las personas con diagnóstico positivo: "Si tienes una persona con diagnóstico positivo al VIH, Ryan White está para apoyarte, Ryan Wilde está contigo, conéctate con nosotros, actúa, empodérate de tu salud y nosotros con respeto, empatía y sensibilidad te vamos a acompañar a través de todo el proceso".
Las personas interesadas en acceder a los servicios del Programa Ryan White pueden comunicarse a través de la línea de orientación confidencial 787-522-3963, creada específicamente para orientar sobre la red de proveedores, su ubicación y los criterios de elegibilidad.
También pueden visitar la página web del Departamento de Salud de Puerto Rico, en la sección dedicada a Ryan White, donde encontrarán información detallada sobre criterios de elegibilidad, redes de proveedores, ubicaciones, servicios disponibles y medicamentos cubiertos.
El programa garantiza cobertura en todo el archipiélago puertorriqueño, asegurando que cualquier persona elegible pueda acceder a los servicios independientemente de su ubicación geográfica, cumpliendo así con su compromiso de acompañar a cada paciente "desde su diagnóstico hasta su tratamiento con respeto, sensibilidad y empatía".