Un brote de listeriosis ha cobrado nuevas víctimas en varios estados, vinculado a fiambres contaminados de Boar's Head.
El brote de listeriosis, que ha provocado la retirada de más de 7 millones de libras de fiambres, sigue cobrando vidas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Hasta la fecha, el brote ha provocado un total de 9 muertes y 57 hospitalizaciones, lo que lo convierte en el mayor brote de listeria registrado en los Estados Unidos desde 2011.
Los funcionarios de salud rastrearon el origen del brote hasta los Boar's Head, una popular tienda de fiambres elaborada en una fábrica de Virginia. Las últimas víctimas incluyen dos en Carolina del Sur, una en Florida, una en Nuevo México, una en Tennessee y una en Nueva York, y las primeras muertes reportadas en Illinois, Nueva Jersey y Virginia.
Supervivencia y propagación de la bacteria
La listeria, una bacteria resistente capaz de crecer incluso en condiciones de refrigeración, es la causante de esta intoxicación alimentaria.
Se sabe que esta bacteria prospera en ambientes húmedos como el suelo, el agua y las plantas en descomposición, y es transmitida por algunos animales. La contaminación suele ocurrir cuando los alimentos se cosechan, procesan, transportan o almacenan en un lugar infectado.
Durante la investigación, se detectó listeria en una barra de paté de hígado de Boar's Head sin abrir, encontrada en una tienda de Maryland. Pruebas posteriores confirmaron que esta misma cepa estaba relacionada con las enfermedades registradas en los afectados.
Síntomas y población vulnerable
Las personas infectadas pueden experimentar síntomas leves como fiebre, dolores musculares, náuseas, vómitos y diarrea.
Sin embargo, las infecciones más graves pueden presentar dolor de cabeza, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones. La listeriosis es especialmente peligrosa debido a su periodo de incubación variable, que puede oscilar entre unas pocas horas hasta tres meses.
Las personas más vulnerables incluyen a los muy jóvenes, los mayores de 65 años, aquellos con sistemas inmunes debilitados y las mujeres embarazadas.
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