4 cosas que debes saber sobre la ameba comecerebros

Este es un microbio unicelular que habita en aguas dulces y cálidas, por lo que es común que exista en los lagos y ríos.

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4 cosas que debes saber sobre la ameba comecerebros

Se le conoce como la ameba comecerebros, ya que después de penetrar al organismo puede provocar la muerte en solo cuestión de días. Recientemente se conoció un caso en California donde un niño de 7 años de nombre David Pruitt, falleció como consecuencia de la ameba Naegleria fowleri.

El caso que encendió la alerta acerca de las altas probabilidades que hay de encontrar este microbio en las aguas dulces, sobre todo cuando practicamos algún deporte acuático. El peligro es inminente, ya que a las personas al entrar en contacto con el agua y sobre todo cuando se sumergen permite que la ameba comecerebros ingrese directamente por la nariz y  penetre el cerebro.

“La mayoría de las personas que tienen una infección por Naegleria mueren durante el transcurso de la semana posterior a presentar síntomas”, así se explicó  en el portal web de Mayo Clinic, donde se  alertó también acerca de los daños irreversibles que puede causar al interior del cerebro, afectando notablemente los nervios que trasmite el olfato.

 

 

 

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El aumento de la temperatura de las aguas que produce el cambio climático sería el mejor ambiente para que se multipliquen estos peligrosos microorganismos.

1-. Afectación cerebral como consecuencia de la ameba Naegleria fowleri

Cuando este microbio ingresa al cuerpo por medio de las fosas nasales, infecta notablemente el cuerpo, ya que el agua está totalmente contaminada. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), esta ameba se profiera y prospera en agua fresca y caliente.

Para ello los centros recomiendan ser sumamente cuidadosos sobre todo en épocas de verano intenso, pues es normal que la ameba Naegleria fowleri logré sobrevivir por largos periodos de tiempo.

Los expertos también mencionaron que se desconoce la razón por la que ciertas personas se infectan y otras no, ya que, "Mientras que otros millones que se exponen al agua caliente en lugares recreativos no se infectan, incluyendo aquellas personas que estaban nadando con personas que se infectaron". Señalaron.

2-. Porcentaje de personas que se infectan con este microbio comecerebros

Según los expertos de CDC, se estima que un total de 133 infecciones fueron reportadas entre 1962 y 2014. Lo anterior permite inferir que esta es una enfermedad poco común, pero que  de padecerla cualquier  persona puede causar daños  irreversibles al interior del cerebro, incluso desatar la muerte.

El adquirir la ameba comecerebros es muy fácil, basta con sumergir la cabeza en un lago de agua dulce para que este microbio ingrese por medio de la nariz al cerebro.  Para ello los expertos recomienda evitar algunas de las actividades asociadas al riesgo de contraer esta ameba.

3-. Síntomas asociados a la infección que causa la ameba comecerecros

La Naegleria fowleri causa además una extraña enfermedad denominad que se le conoce bajo el nombre de meningoencefalitis amebiana primaria que causa de inmediato una inflamación al cerebro y por lo consiguiente daño en su tejido

Alguno de los síntomas que sé manifiestas cuando esta ameba ingresa al cuerpo empiezan a manifestarse entre los dos y posteriores quince días.

Muchos de estos síntomas son manifiestos por medio de fiebre, náuseas, congestión nasal, alteración del olfato y el gusto, dolor de cabeza fuerte y súbito, alucinaciones, somnolencia, desorientación, alteraciones del estado mental y caer en coma.

4-. Tratamiento y posible cura

Según cifras muchas de las personas que se infectan por este microbio logran sobrevivir, pero en su   gran mayoría infortunadamente el desenlace es mortal.

En la actualidad no se reconoce  una cura para las personas que se han contagiado con la ameba comecerebros, puesto que su incidencia no es elevada, estimando que solo en Estado Unidos se presentan entre  0 a 8 infecciones por año.



Comunicadora Social-Periodista, con énfasis en Medios Audiovisuales. Actualmente redactora de la Revista Medicina y Salud Pública (MSP).

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