Dr. Blas Boria y su pasión por la neuro-oncología junto a una familia de medicina y arte

Si bien desde niño quiso ser científico, el ejemplo de sus padres lo llevaron a tomar la decisión de dedicarse a la neurología.

María Camila Sánchez

    Dr. Blas Boria y su pasión por la neuro-oncología junto a una familia de medicina y arte

    El Dr. David Blas Boria, neurólogo oncólogo, proviene de una familia de profesionales dedicados al área de la salud, comenzando con sus padres, una puertorriqueña y un panameño quienes se conocieron en España mientras llevaban a cabo sus estudios en neurología, en el caso de su madre, y ginecología y obstetricia, en el caso de su padre.

    “Todo surge, yo diría, que por mi mamá”, reconoce. “Mi mamá fue la primera que estudió medicina en la familia, y conoce a mi papá estudiando medicina en Salamanca, se regresan y se lo trajo para Puerto Rico y aquí comienzan la familia”.

    Años después, se instauran en Puerto Rico donde formaron un hogar con 4 hijos varones, de los cuales, actualmente tres se dedican a distintas áreas de la medicina, como la neurología y la radiología, con la única excepción de uno que optó por la abogacía.

    Además, el Dr. Blas, es nieto del reconocido declamador y poeta Don Juan Boria, conocido como ‘el faraón del verso negro’.

    Su deseo desde la infancia

    El especialista recuerda que, desde su niñez, soñaba con ser científico. Sin embargo, conforme iba creciendo, rondó por su mente la idea de ser ingeniero, pero nunca abandonó su deseo de dedicarse a la ciencia.

    “Me gustaba la ciencia y las matemáticas”, recuerda. “A medida que pasó el tiempo, en algún momento pasó por mi cabeza ser ingeniero, pero no quería irme de casa, porque uno asume que va a estudiar ingeniería en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, así que me fui por la ciencia, porque quería ser científico”.

    Tomada esta decisión, decide iniciar su bachillerato en biología y descubre que la medicina es un campo que le gustaría explorar. 

    “En algún momento quise ser oftalmólogo, otorrinolaringólogo, en otros momentos quise ser neurocirujano, en otro momento quise ser neurólogo. Y finalmente, la que ganó fue la neurología”.

    Pasión por la neurología

    Según el especialista, en la neurología aún son imprescindibles las destrezas clínicas, donde el historial clínico del paciente y el examen físico tienen una repercusión en el diagnóstico, para entender qué desencadenó el evento, y que ocurrió durante el mismo, así como el examen físico para correlacionar y llegar a un diagnóstico.

    “Muchas ramas de la medicina ya dependen del laboratorio, de los estudios, pero la neurología todavía conserva ese buscar dónde está la lesión del paciente que tengo enfrente, y eso me interesó mucho”. 

    Principales condiciones neurológicas en Puerto Rico

    En la actualidad, los principales motivos de consulta neurológica de los puertorriqueños son el dolor de cabeza y la migraña que, suelen asociarse a otros motivos, como la presión alta, necesidad de usar lentes o cambiar los actuales, la sinusitis, entre otros.

    Sin embargo, el especialista señala que, si bien padecer dolores de cabeza es común, si estos se tornan frecuentes e interfieren con la vida diaria de los pacientes, ya dejan de ser normales.

    Por otro lado, dentro de las anomalías asociadas a esta especialidad, están los tumores cerebrales. De hecho, se cree que pueden ocurrir en 3 a 5 casos por cada 100.000 habitantes.

    “Lamentablemente es un diagnóstico muy malo, pero los tumores son poco comunes”.

    Neurología oncológica

    Desde su experiencia, el Dr. Blas, señala que uno de los principales retos en su profesión, inicia desde que el paciente asiste a sala de emergencias.

    “Ese paciente pudo haber llegado con una queja neurológica, como una convulsión, debilidad de un lado del cuerpo. El emergenciólogo lo evalúa, y una vez hace su examen físico le manda una imagen de cabeza, y con esa imagen sale el tumor o a veces lo confunden con derrame cerebral, inflamación por algo infeccioso, y esa es la primera parte que nos da dificultades”.

    Pero lo cierto, es que para dar un diagnóstico certero, en estos casos, se necesita un MRI con y sin contraste para poder caracterizar mejor el tumor y diferenciarlo de complicaciones como el derrame o una infección. Y una vez se tenga el diagnóstico, desde la sala de emergencias los médicos encargados deben hacer contacto con los hospitales que puedan brindar una atención completa y especializada en estos casos.

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