El manejo del dolor en pacientes con ELA incluye hidratación, buena nutrición, ejercicios de estiramiento y tratamiento farmacológico con medicamentos como gabapentina y pregabalina.
La Revista MSP, conversó con el Dr. Rafael Vaquer, especialista en medicina física y en rehabilitación, sobre el manejo del dolor en la Esclerosis Lateral Amiotrófica.
El Dr. Vaquer explicó que, aunque la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) no se caracteriza por causar dolor directamente, sí puede llevar a condiciones secundarias que provocan dolor. "La ELA causa atrofia y debilidad progresiva, pero no es una condición dolorosa por sí misma. Sin embargo, los pacientes pueden experimentar calambres y espasticidad, que sí generan dolor".
Además, el desgaste degenerativo de las articulaciones, similar a la artritis, y la atrofia muscular pueden causar dolor músculo-esquelético. La inmovilidad prolongada puede llevar a dolores musculares y lesiones por presión.
Según el Dr. Vaquer, "la inmovilidad causada por la esclerosis lateral amiotrófica puede provocar dolor músculo-esquelético a lo largo del tiempo, debido a posturas sostenidas. Esta inmovilidad también puede causar lesiones por presión, similares a las úlceras. Además, el uso de máquinas respiratorias, especialmente el fuerte sellado de las mascarillas, puede provocar dolor por presión. En resumen, no es la condición misma la que causa el dolor, sino algunas de las sintomatologías que puede provocar".
Para el manejo del dolor en pacientes con ELA, existen varias alternativas. Estas van desde métodos conservadores y no farmacológicos hasta tratamientos farmacológicos.
"Mantenerse hidratado y bien nutrido puede ayudar a estabilizar los calambres. Los ejercicios de estiramiento pueden retrasar la espasticidad y las contracturas, reduciendo así el dolor", explicó el especialista.
Para el dolor neuropático, se pueden utilizar medicamentos como gabapentina y pregabalina. Además, técnicas de desensibilización y terapia ocupacional pueden ayudar a reducir el dolor neuropático.
Además el Dr. Vaquer aseguró que, "se puede utilizar otro tipo de técnica, mayormente en un entorno terapéutico, conocida como desensibilización. Esta técnica se aplica en casos de dolor molesto y consiste en utilizar diferentes tipos de texturas, como arena, arroz, agua, arcilla o incluso servilletas, para rozar suavemente la piel. Este proceso ayuda a que la piel se acostumbre gradualmente y, de esta manera, disminuya los dolores neuropático".
Aunque el dolor no es una característica primaria de la ELA, las complicaciones secundarias pueden provocar dolor, y existen múltiples opciones de tratamiento para manejarlo. Cada paciente puede presentar síntomas diferentes, pero las quejas suelen ser similares en cuanto al dolor secundario.