La nutrición es clave en el manejo de la dermatitis atópica, ya que influye directamente en la inflamación, el sistema inmune y la aparición de síntomas.
Con el propósito de educar y apoyar a la comunidad, Plaza del Sol de Bayamón se convirtió en un espacio para la educación e intercambio de ideas. La Alianza de Apoyo al Paciente con Dermatitis Atópica (AAPDA), en colaboración con la Revista Medicina y Salud Pública, celebró la campaña "Dermatitis Atópica: Comprendiendo lo que se ve y lo que se siente...porque no todo dolor es visible", conmemorando el Día Mundial de esta condición.
En este marco, la licenciada Lyliana Figueroa, nutricionista dietista registrada, conversó sobre el papel que juega la nutrición en el manejo de esta enfermedad inflamatoria de la piel.
Para comenzar, la licenciada Figueroa describió el alcance de la dermatitis atópica, una condición que va mucho más allá de lo visible. Con palabras precisas, explicó que "es una enfermedad inflamatoria de la piel que causa comezón, malestar, insomnio y hasta depresión".
Acto seguido, profundizó en la relación de esta enfermedad con otras condiciones alérgicas. Señaló que "las personas con dermatitis atópica viven con un riesgo mayor de alergias, ya sean nasales como la rinitis, ya sea el asma o hasta la alergia alimentaria". Y esto, según detalló, significan reacciones inmediatas tras ingerir ciertos alimentos, algo que ve constantemente en su práctica clínica.
Pero quizás lo más interesante vino después, cuando se conversó sobre otro tema que es frecuente en el manejo interdisciplinario de la condición: la relación de la dermatitis con el sobrepeso.
La experta mencionó que según la evidencia científica, ambos aspectos están "bien entrelazados" y vinculados a alteraciones metabólicas.
Para hacerlo comprensible, se centró en la leptina, afirmando que: "la resistencia a la leptina es la hormona de la saciedad. O sea que muchas personas que tienen resistencia a la leptina no saben diferenciar entre si estoy hambriento o saciado, por eso, muchos de los pacientes que tienen dermatitis atópica tienen sobrepeso u obesidad".
La leptina, además de regular el peso, modula el sistema inmunológico, pudiendo promover la inflamación y las respuestas alérgicas que caracterizan a la dermatitis. En personas obesas, los altos niveles de leptina pueden empeorar estas condiciones al activar células inmunitarias proinflamatorias y potenciar la inflamación cutánea.
Frente a las condiciones multifactoriales, la Lcda. aseguró que el rol de la nutrición es fundamental dentro de un equipo interdisciplinario. Mencionó que un nutricionista licenciado trabaja de manera personalizada, ya que "la alimentación la podemos tallar a su medida, a su rutina diaria, a su gusto y preferencia y sobre todo, a sus necesidades".
El eje central de este abordaje, según expuso, es la implementación de una dieta antiinflamatoria, la cual definió como "nada menos que una dieta que sea rica en frutas y en vegetales". Mencionó ejemplos, como la piña, a la que se refirió como "la reina de las frutas antiinflamatorias", así como las carnes magras y el pescado, rico en omega-3.
Además, también identificó los alimentos que deben evitarse, categorizándolos como " lo que no es fruta, lo que no es vegetal, granos integrales y lo que no es carnes magras".
No obstante, añadió que, estos elementos, que incluyen alimentos procesados y refrescos, son "lo que nos gusta, pero lamentablemente es lo que debemos evitar cuando tengamos alguna enfermedad inflamatoria".
Para concluir, la Lcda. Figueroa recalcó que el manejo de la dermatitis atópica requiere un enfoque colectivo. Hizo un llamado a "seguir promoviendo un enfoque multidisciplinario para mejorar la vida de quienes padecen la dermatitis atópica", donde los nutricionistas y dietistas son una pieza indispensable.
Finalizó su intervención conectando el manejo clínico con la alegría de vivir, recordando a los presentes en el evento, que estaba lleno de pacientes, familiares, cuidadores o simplemente ciudadanos interesados en el tema, que el objetivo final es permitir que los pacientes disfruten de la vida cotidiana, incluyendo el simple placer de sentarse a comer "un buen plato de arroz y habichuela, o simplemente su comida favorita sin exacerbar los síntomas de la dermatitis", pero ahora con las herramientas para hacerlo de forma consciente y saludable.