En muchos casos, los afectados forman parte de lo que se conoce como la "triada atópica", es decir, que además de la dermatitis atópica, también tienen asma y alergias nasales.
En el marco del Día Mundial de la Dermatitis Atópica, conmemorado el 14 de septiembre, y desde una jornada educativa y de concienciación en Plaza Salud, la Revista MSP tuvo la oportunidad de entrevistar al Dr. Rafael Martín, director del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.
Durante la conversación, el Dr. Martín pudo brindar orientación sobre esta enfermedad inflamatoria crónica que afecta la piel, resaltando su impacto en la calidad de vida de los pacientes y los avances en su tratamiento. Además, explicó los factores que contribuyen al desarrollo de la dermatitis atópica, cómo se manifiesta y qué estrategias pueden seguir los pacientes para manejar la condición.
Es una de las enfermedades inflamatorias crónicas más comunes que impactan la piel, y según el Dr. Martín, "afecta entre un 3% y 10% de los niños y entre un 2% y 10% de los adultos en la población general".
El experto explicó que "es una combinación entre factores genéticos y factores ambientales, los cuales inciden en causar esta condición".
Sin embargo, aunque la mayoría de los pacientes presentan dermatitis atópica desde la infancia, no todos experimentan una mejora con el tiempo. El Dr. Martín explicó que "se piensa que 60% de los pacientes que tienen dermatitis atópica desde la infancia, cuando lleguen a la adultez su condición va a desaparecer, pero ese otro 40% o comienza o va a seguir crónicamente hasta que se es adulto".
Además, las personas con dermatitis atópica pueden presentar otras comorbilidades, como problemas oculares y cardiovasculares. "En los últimos años se ha descrito que los pacientes moderados a severos pueden tener también comorbilidades cardiovasculares", añadió el especialista.
La condición se manifiesta en distintos grados de severidad, afectando significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Según el Dr. Martín, "su calidad de vida es altamente trastocada, sobre todo por el picor que causan estas lesiones, un picor que no los deja vivir y hacer sus actividades diarias".
Además, la visibilidad de las lesiones y el dolor que estas producen también interfiere en su día a día, por lo que pueden llegar a experimentar problemas emocionales y problemas a la hora de desenvolverse en escenarios más sociales. Esta conidcion suele generar "problemas de autoestima, problemas de depresión, suicidio etc". explica el experto.
El tratamiento para esta enfermedad varía según la severidad del caso. En pacientes con formas leves o moderadas, el enfoque inicial incluye el uso de limpiadores sin fragancias y humectantes, ya que estos individuos presentan una barrera epidérmica comprometida.
"Tenemos medicamentos tópicos que incluyen esteroides tópicos, inhibidores de calcineurina, crisaboroles e inhibidores del JAK tópico y la mayoría de los pacientes se puede controlar con eso", indicó el dermatólogo. Para los casos más severos, se recomiendan opciones como la fototerapia y medicamentos sistémicos que, gracias a los avances científicos recientes, han demostrado ser altamente efectivos.
Finalmente, el Dr. Martín concluyó que es muy importante educar tanto a los pacientes como a los padres de niños con dermatitis atópica sobre el manejo de la enfermedad. "Lo importante es que los lleven a un dermatólogo y entiendan el origen de la condición, qué cosas lo pueden empeorar y los tratamientos disponibles".