Los expertos insisten en la necesidad urgente de desarrollar un conjunto de resultados básicos para optimizar y estandarizar la recopilación de datos clínicos y la presentación de informes en los estudios y en la práctica clínica de esta enfermedad.
De acuerdo a la información divulgada por la organización, un grupo internacional de expertos científicos y médicos desarrolló un programa de investigación, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consorcio Internacional de Infecciones Respiratorias Agudas Severas y Emergentes (ISARIC) y asociaciones de pacientes, para iniciar una nueva investigación sobre la COVID-19 persistente.
De acuerdo a los reportes, una parte importante de las personas diagnosticadas y recuperadas de COVID-19 experimentan posteriormente síntomas duraderos, como fatiga, disnea y complicaciones neurológicas, meses después de la infección aguda, pero sobre estas pruebas la información es limitada y se basan en pequeñas cohortes de pacientes con un seguimiento a corto plazo.
Por esa razón el equipo responsable de esta nueva investigación considera que "existe una necesidad urgente de desarrollar un conjunto de resultados básicos para optimizar y estandarizar la recopilación de datos clínicos y la presentación de informes en los estudios (especialmente en los ensayos clínicos) y en la práctica clínica de esta enfermedad".
Este proyecto, que tendrá como título 'Post-COVID Condition Core Outcomes', empezará por encuestar a las personas que viven con la COVID-19 persistente, evaluar qué resultados son importantes y construir un plan en dos fases. La primera fase se centrará en qué resultados deben medirse y la segunda en cómo medirlos.
El objetivo de los investigadores es completar la primera fase a finales de este verano de 2021 y la segunda fase en 2022.
Con información de comunicado emitido por la Organización Mundial de la Salud