Los cirujanos de espalda no suelen tratar el dolor de espalda, sino afecciones más severas como la escoliosis o la compresión de los nervios.
Los dolores de espalda son uno de los principales motivos de consulta médica y ausentismo laboral, además, es una causa fundamental de discapacidad en todo el mundo.
Sin embargo, múltiples factores pueden contribuir a la manifestación del dolor de espalda, tales como la edad, la falta de ejercicio, el sobrepeso, tensión muscular por estrés, la presencia de algunas enfermedades o hábitos poco saludables como fumar.
Además del examen físico realizado en el consultorio, en algunas ocasiones es necesario el uso de estudios de imagen, como la radiografía, la resonancia magnética, análisis de sangre, entre otros, y el tratamiento, por lo general, requiere de fármacos como analgésicos o relajantes musculares.
En exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. José C. Pérez López, Cirujano de espalda, explicó que desde esta especialidad no se suele tratar el dolor de espalda, sino que, "los cirujanos de columna somos los que tratamos los nervios pinchados".
Esta afección, por lo general, suele manifestarse a través del dolor y la debilidad en piernas y brazos, así como el adormecimiento y los calambres que pueden presentarse en las extremidades.
"En el Hospital Perea contamos con un sistema avanzado de navegación, que nos ayuda a poner nuestros tornillos e implantes con mayor precisión, y bajar la probabilidad de los riesgos que pueden tener los pacientes tras la cirugía".
Por otra parte, el especialista mencionó que a través de este procedimiento se corrigen algunas afecciones, como la escoliosis, para prevenir la progresión de la deformidad.
"Les enderezamos la columna para tratar de evitar que esas curvas sigan progresando, ya que se ha visto que esas curvas, con el tiempo, pueden afectar la capacidad pulmonar o el sistema gastrointestinal".
Y para tratar esta, u otras condiciones mediante la intervención quirúrgica, el Dr. Pérez menciona que procura someter a los pacientes a una cirugía mínimamente invasiva por los beneficios que esta modalidad trae consigo.
"Mis pacientes me lo agradecen, se recuperan mucho más rápido, tienden a sangrar menos, tienen menos complicaciones de infecciones y, siempre que se puede realizar una cirugía mínimamente invasiva, me gusta realizarla".
Ahora bien, en patologías graves, como la compresión severa de los nervios, sí es necesario realizar una cirugía abierta tradicional.
"Es algo que podemos ofrecer, desde toda la gama de las patologías que se pueden resolver de una manera sencilla, hasta patologías más complejas".
Ante la presencia de debilidad de los brazos o las piernas, calambres, hormigueo o sensación de quemazón, puede considerar la posibilidad de visitar a un especialista en cirugía de columna.
"Lo más importante es que usted visite al cirujano de columna antes de que sea muy tarde, porque una vez el paciente desarrolla debilidad, es mucho más difícil que recobren la normalidad una vez se les practica la cirugía. La debilidad en los brazos o las piernas, puede ser señal de la presencia de un daño irreversible".
Por ello, es importante que preste atención a signos específicos como el adormecimiento o la sensación de quemazón, para prevenir que la condición empeore.
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