Se trata de una presión arterial persistentemente elevada en la consulta y una presión arterial ambulatoria inferior a 130/80.
La hipertensión de bata blanca es aquella en la que la presión arterial en el consultorio es mayor que fuera de él y esto puede implicar el riesgo de que una persona sana sea diagnosticada como hipertensa.
En términos clínicos, la hipertensión de bata blanca (HBB) o clínica aislada se define como una presión arterial persistentemente elevada en la consulta y una presión arterial ambulatoria de 24 horas inferior a 130/80 mmHg.
Fuera de consulta, el paciente vuelve a tener la presión arterial normal. Foto: Pixabay
La prevalencia varía en función de la población de referencia, en general aumenta con la edad y disminuye al aumentar la severidad de las cifras de presión arterial y a mayor número de determinaciones de presión arterial en consulta.
Los ensayos clínicos están divididos en relación con la benignidad de la misma; en general, estos sujetos tienen una afectación orgánica menor que los hipertensos ambulatorios y superior a los normotensos.
En cuanto a la evolución natural de la misma, no se puede predecir con base a la presión arterial en consulta ni ambulatoria, pero un porcentaje importante de los individuos con hipertensión de bata blanca evoluciona a hipertensión arterial ambulatoria, no pudiéndose descartar que sea un estado prehipertensivo.
Deberá tratarse en función del riesgo cardiovascular del sujeto, debiéndose realizar el seguimiento. Es de esperar que en un futuro no lejano más estudios prospectivos determinen el verdadero riesgo cardiovascular de la hipertensión de bata blanca.
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