Diferenciar entre alergias y resfriados puede ser un desafío, ya que ambos pueden presentar síntomas similares como congestión nasal, goteo nasal, y tos.
Hoy, en el Día Mundial de las Alergias, nos unimos a la misión de concienciar y educar sobre esta condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Las alergias pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las padecen, desde síntomas leves hasta reacciones incapacitantes. Es crucial entender cómo se manifiestan, cómo diferenciarlas de otras afecciones comunes como los resfriados, y qué opciones de tratamiento están disponibles.
En este contexto, entrevistamos al Dr. Anardi agosto, alergista inmunólogo pediátrico, para profundizar en la diferencia entre alergias y resfriados. Exploraremos el papel del sistema inmunológico en las alergias, las características distintivas de cada condición y cómo la inmunoterapia está revolucionando el tratamiento de las alergias al cambiar la forma en que el cuerpo reacciona a los alérgenos.
La alergia abarca diversas reacciones del cuerpo a sustancias que no deberían causar una respuesta inmunológica. Según el Dr. Agosto, "el término de alergia es un término bien amplio. Básicamente es el cuerpo reaccionando a algo a lo que no debería reaccionar". El sistema inmunitario produce anticuerpos que identifican estos alérgenos como dañinos.
Al entrar en contacto con el alérgeno, la respuesta inmunitaria puede causar inflamación en la piel, los senos paranasales, las vías respiratorias o el aparato digestivo. La gravedad de las alergias varía entre personas y puede oscilar desde una irritación leve hasta una anafilaxia, una emergencia potencialmente mortal. Aunque la mayoría de las alergias no tienen cura, los tratamientos pueden aliviar los síntomas.
Las alergias más comunes incluyen la rinitis alérgica, las alergias alimentarias y la dermatitis atópica.
El Dr. Agosto explica: "El sistema inmune se encarga de mantener el equilibrio en el cuerpo. En el caso de las alergias, el cuerpo reconoce erróneamente una sustancia inofensiva como una amenaza y desencadena una cascada de reacciones". Dependiendo de la zona afectada, los síntomas varían. Por ejemplo, en la nariz, un alérgeno como el polvo puede causar congestión, moquera y picor.
Las alergias en adultos y niños pueden presentar síntomas similares, como congestión, picazón y secreción nasal “los niños van a tener un poco más de reacciones que los adultos”, comenta el experto. Asimismo, los niños pueden ser más propensos a ciertas alergias, como los alimentarios, suelen ser más comunes las alergias en alimentos como la leche y los huevos. A medida que crecen, la mayoría de estos niños superan estas alergias.
El diagnóstico de las alergias comienza con una historia clínica detallada y un examen físico. "Lo primero siempre es el historial y el examen físico. La historia clínica te da la clave, porque si los síntomas son crónicos, eso indica una posible alergia", afirma el Dr. Agosto. Además, se pueden realizar pruebas de laboratorio y pruebas cutáneas para identificar los alérgenos específicos.
Al estar expuestos constantemente al alérgeno, los anticuerpos pueden liberar químicos del sistema inmunitario, como la histamina, que provocan síntomas de alergia. Los alérgenos más comunes incluyen polen, caspa de mascotas, ácaros del polvo y moho; ciertos alimentos como el maní, frutos secos, trigo, soja, pescado, mariscos, huevos y leche; picaduras de insectos como abejas o avispas; medicamentos como la penicilina y otras sustancias que pueden causar reacciones alérgicas en la piel, como el látex.
Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar una alergia incluyen tener antecedentes familiares de asma o alergias, ser niño, y tener asma u otra afección alérgica.
Los resfriados son causados por virus que afectan las vías respiratorias superiores, provocando síntomas como dolor de garganta. Este dolor puede ser resultado de la irritación causada por el goteo posnasal y la tos seca.
A diferencia de las alergias, los resfriados pueden presentar dolores y molestias en el cuerpo. Si experimentas escalofríos, es más probable que tengas un resfriado, gripe u otra infección.
La recuperación de un resfriado común suele tomar de 7 a 10 días, aunque los síntomas pueden durar más en personas que fuman. Por lo general, un resfriado no requiere atención médica, pero si los síntomas persisten o empeoran, es recomendable consultar a un médico.
Las infecciones de las vías respiratorias superiores, como el resfriado común, se manifiestan con síntomas que pueden aparecer entre 1 y 3 días después de la exposición al virus. Estos incluyen congestión o goteo nasal, dolor o irritación de garganta, tos, estornudos, malestar general, dolores corporales o de cabeza leves, y fiebre leve. La mucosidad nasal puede volverse más espesa y cambiar de color, lo cual es normal y no necesariamente indica una infección bacteriana.
En los niños, es crucial consultar a un médico, si hay síntomas intensos como dolor de cabeza, garganta o garganta, problemas para respirar, dolor de oído, irritabilidad, somnolencia inusual o falta de apetito.
Uno de los mayores desafíos es diferenciar entre alergias y resfriados, ya que los síntomas pueden ser similares. “Los síntomas se parecen mucho”, dice el Dr. Agosto. “Uno va a tener congestión nasal, moquera ya veces dolor de cabeza, y la alergia tiende a ser crónica, en el momento uno no se siente tan mal”.
“Te da un catarro, te dura una semana y se acabó. La alergia, por momentos puede dar la congestión y todo eso, pero no vamos a ver todos estos otros síntomas”.
El tratamiento de las alergias incluye evitar los alérgenos desencadenantes cuando sea posible y el uso de medicamentos para controlar los síntomas. "Lo primero es identificar y evitar los alérgenos. Hay medicamentos como los antihistamínicos y los corticosteroides nasales que pueden ayudar a controlar los síntomas", comenta el Dr. Agosto.
La inmunoterapia es una opción efectiva para algunos pacientes. "La inmunoterapia consiste en inyectar pequeñas cantidades de alérgeno para que el cuerpo se acostumbre, induciendo tolerancia. Es el único tratamiento que cambia la forma en que el cuerpo reacciona a los alérgenos", explica el Dr. Agosto.
Finalmente, un estilo de vida saludable es fundamental para el manejo de las alergias. "Siempre es importante descansar bien, comer saludablemente y evitar los alérgenos conocidos. Mantener un ambiente limpio y libre de polvo puede hacer una gran diferencia", aconseja el Dr. Agosto.
La prevención y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes alérgicos. Identificar las alergias tempranamente y manejarlas con un enfoque integral, que incluya evitar alérgenos, usar medicamentos y, en algunos casos, inmunoterapia, es clave para reducir los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo. La educación y la conciencia sobre las alergias pueden empoderar a los padres y cuidadores para tomar decisiones informadas y proteger la salud de sus hijos.