Entre Olas de Dolor: La Travesía de la Fibromialgia en el Océano de la Existencia

Las personas que padecen fibromialgia pueden experimentar una sensibilidad mayor al dolor en comparación con aquellas que no la tienen.

Ivana Gonzalez Arroyo

    Entre Olas de Dolor: La Travesía de la Fibromialgia en el Océano de la Existencia

    En el vasto océano de la existencia, hay quienes navegan entre las olas impredecibles del dolor, buscando tierra firme en un mar de incertidumbre. En este viaje tempestuoso, la fibromialgia se alza como una tormenta implacable, sacudiendo los cimientos del cuerpo y del alma con cada embate. Como marineros en medio de la neblina, aquellos que sufren esta condición se encuentran perdidos en un mundo donde el dolor es el faro que guía sus pasos.

    La fibromialgia se manifiesta como una tormenta sin rumbo fijo. Según las definiciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esta condición es como un mar embravecido que envuelve el cuerpo en un dolor generalizado, perturba el sueño como olas incesantes, y agota como el viento que no cesa. Pero más allá de sus aspectos físicos, este estudio destaca que la fibromialgia también se manifiesta con problemas para dormir, fatiga y frecuente angustia emocional y mental. Las personas que la padecen pueden experimentar una sensibilidad mayor al dolor en comparación con aquellas que no la tienen, lo que se atribuye a un procesamiento anormal de la percepción del dolor.

    El doctor Daniel López Rosetti, como un foco en la oscuridad, arroja luz sobre los misterios de esta afección. Explica que esta, se caracteriza por el dolor crónico, generalizado y persistente en músculos y articulaciones. Aunque las causas de esta tormenta siguen envueltas en la niebla de lo desconocido, se insinúa una conexión con el estrés, las infecciones y los traumas.

    Según el CDC, la fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta el 2% y el 3% de la población, aproximadamente 4 millones de adultos en los Estados Unidos. Por otra parte, el estudio refleja que este cuadro clínico emerge en la travesía de la vida, entre los 20 y los 50 años. La fibromialgia, como una marea caprichosa, muestra una afinidad notable por las mujeres, con una proporción desgarradora de 20 a 1.

    López Rossetti indica que esto se debe a una anomalía bioquímica, pues su organismo produce menos serotonina que el de un hombre y las bajas concentraciones de este neurotransmisor suelen relacionarse con la percepción del dolor, trastornos del sueño, cefaleas y trastornos afectivos.

    Fuente: Reumatología Clínica / Gráfica por Ivana González Arroyo

    Con dedos que se curvan como las olas en la playa, piel marcada por los misterios del océano del dolor, una corriente subterránea que se agita con cada movimiento, Marangeli Arroyo Rosa de 44 años comparte su experiencia de más de cuatro años lidiando con la fibromialgia. Para ella, esta enfermedad es una batalla silenciosa, conocida por pocos pero vivida intensamente día tras día. Aunque su doctora de confianza, Magaly Madera, no ha podido determinar con certeza qué desencadenó la fibromialgia en Arroyo, plantea la hipótesis de que podría haber sido el resultado de momentos de estrés extremo, infecciones importantes o traumas. En otras ocasiones, la enfermedad se manifiesta de manera gradual, comenzando de forma leve y progresando hasta convertirse en una carga incapacitante.

    Arroyo destaca que vivir con fibromialgia es como navegar en un mar de incertidumbre, donde cada día trae consigo un nuevo desafío. Esta dolencia la restringe en sus actividades diarias, limitando sus movimientos como si estuviera atrapada en la red de un pescador. Añade que al finalizar el día, el peso del cansancio extremo se hace sentir, dificultando su capacidad para conciliar el sueño. 

    Para mitigar estos síntomas, ella sigue un tratamiento que involucra antidepresivos y terapias físicas, proporcionándole un respiro ante el dolor.

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    Según el CDC, la fibromialgia, en la actualidad, no tiene remedio definitivo. Sin embargo, la terapia física emerge como un faro de esperanza, guiando al paciente hacia el alivio de sus dolores. Esta afirmación es respaldada por Tais Hernández Ruiz, asistente de terapia física. 

    —Como fisioterapeutas, nuestro objetivo es restaurar la calidad de vida de nuestros pacientes a la que tenían antes de ser diagnosticados con esta condición. Queremos asegurarnos de que puedan realizar sus actividades diarias sin obstáculos, sin que su condición sea un impedimento—, afirma Hernández. Además, agrega que establece metas específicas de acuerdo a las necesidades individuales de cada paciente con fibromialgia, tanto a corto como a largo plazo.

     —Por ejemplo, si el objetivo es poder peinarse sin dificultad, nos enfocamos en ejercicios para fortalecer los músculos de las extremidades superiores. Estas metas las dividimos en fases y las adaptamos conforme el paciente avanza y, sobre todo, de acuerdo a su tolerancia—, concluye.

    Para los pacientes que enfrentan la fibromialgia, Hernández Ruiz recomienda una variedad de ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, nadar o incluso montar en bicicleta. Además, incluye ejercicios diseñados para mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular.  Por otro lado, en estas rutinas,  se ofrecen terapia de masajes terapéuticos para aliviar la tensión muscular y reducir el dolor. La fisioterapeuta, evita aplicar presión excesiva durante el masaje para no aumentar la sensibilidad al dolor.

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    Progresión de ejercicios en Terapia Física para mitigar el dolor de la fibromialgia por Juan Manuel Nieblas Silva – Fisioterapeuta.

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    La fisioterapeuta, Tais Hernández, subraya que la fibromialgia puede acarrear riesgos y complicaciones si no se trata adecuadamente. Quienes la padecen tienen el doble de probabilidad de ser hospitalizados en comparación con aquellos que no la sufren.

    Además, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades señala que los adultos con fibromialgia corren el riesgo de ser arrastrados hacia la oscuridad de la depresión mayor, tres veces más que aquellos que no están marcados por esta enfermedad.

    En el horizonte de la fibromialgia, donde las olas del dolor chocan con la resistencia del espíritu humano, emerge una verdad profunda y silenciosa.

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