La Universidad Metropolitana de Osaka presentó un estudio sobre pacientes con deformidades articulares en la rodilla
El menisco es un tipo de cartílago que actúa como una almohadilla entre los huesos del muslo y la espinilla en la articulación de la rodilla. Algunas personas nacen con una variación en la forma de su menisco, conocida como menisco lateral discoide (DLM), donde el cartílago está más grueso en el lado externo de la rodilla. Esta variación puede hacer que el cartílago tenga forma de círculo en lugar de media luna, lo que aumenta el riesgo de desgarros.
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de padecer hinchazón en la rodilla, y con ello llegar a malformar este menisco, entre ellos:
La edad: El riesgo de desarrollar esta patología en la rodilla debido a la artritis aumenta con la edad.
Practicar deportes: Participar en deportes que implican movimientos rotativos de la rodilla, como el básquetbol, puede aumentar la probabilidad.
La obesidad: El exceso de peso ejerce presión adicional en la articulación de la rodilla, lo que puede contribuir a la degeneración y sobrecarga del tejido articular.
Según lo menciona el servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, si alguien padece esta condición puede presentar síntomas como dolor, limitación del movimiento, también puede conducir a daños articulares y deformidad.
Entre las causas de problemas en los cartílagos se encuentran las rupturas y lesiones, como en las lesiones causadas por los deportes; factores genéticos; otras enfermedades, tales como algunos tipos de artritis.
El reciente informe ha arrojado que los investigadores han encontrado diferencias significativas entre los pacientes con y sin síntomas, lo que podría tener importantes implicaciones en el tratamiento médico de estas afecciones.
En un análisis a cerca de 100 pacientes, en el que 61 rodillas eran sintomáticas con cirugía DLM y 35 rodillas eran asintomáticas con DLM detectadas en resonancia magnética; el grupo investigativo encontró que en el grupo de pacientes con síntomas, el menisco o cartílago cubría un área mayor de la tibia en diferentes planos, en comparación con el grupo de pacientes sin síntomas.
Por otro lado, revelan que la altura del menisco era mayor en el grupo sintomático en comparación con el grupo asintomático. Sin embargo, aunque la principal diferencia encontrada fue la forma del menisco en pacientes con síntomas y sin ellos, también se observaron desgarros o inestabilidades en las resonancias magnéticas de los pacientes con síntomas. Los investigadores creen que estas características podrían ser las responsables de los síntomas en los pacientes con deformidades en el menisco lateral discoide (DLM).
El Dr. Kazuy Nishino menciona que: "Se espera que tomar decisiones y planes quirúrgicos basados en estas características ayude en el tratamiento médico. En el futuro investigaremos en tres dimensiones los cambios morfológicos del menisco antes y después de la cirugía"
Mientras tanto, los médicos siguen utilizando avanzadas técnicas de imagen para diagnosticar deformidades articulares sin invasión, ya que esto sugiere que el tamaño del menisco podría ser responsable de los síntomas de DLM en pacientes sintomáticos.
Es recomendable presentarse en instalaciones especializadas si se experimenta un aumento significativo en la hinchazón o dolor, si los cuidados personales no alivian los síntomas, si su rodilla se bloquea o se vuelve más inestable.
El tamaño del menisco influye en el dolor de rodilla de algunas personas porque cuando el menisco está engrosado o presenta malformaciones, como en el caso del menisco lateral discoide (DLM), puede aumentar el riesgo de desgarros y otros problemas. Estos desgarros y malformaciones pueden provocar dolor de rodilla y otros síntomas, lo que lleva a una mayor sensibilidad y molestias en la articulación afectada.
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