En todo el mundo, alrededor de 2.200 millones de personas padecen alguna deficiencia visual.
La necesidad mundial de atención ocular aumentará notablemente en las próximas décadas, lo que supondrá un reto considerable para los sistemas de salud, por tal razón se estimula a los países para que hagan frente a estos retos, proponiendo la atención ocular integrada y centrada en la persona como estrategia para fortalecer los sistemas de salud.
La deficiencia visual ocurre cuando una enfermedad ocular afecta el sistema visual y una o más funciones del mismo, teniendo graves consecuencias para el individuo a lo largo de su vida.
Las afecciones oculares son muy comunes, una persona a lo largo de su vida puede llegar a experimentar al menos una enfermedad ocular. En todo el mundo, alrededor de 2.200 millones de personas padecen deficiencia visual o ceguera, y de ellas, al menos 1.000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado. Las afecciones oculares, como las cataratas, el tracoma y los errores de refracción, pueden causar deficiencia visual y ceguera.
Actualmente, millones de personas viven con una deficiencia visual o ceguera que podría haberse evitado, pero, no fue así, ya sea porque se encuentran en países de ingresos bajos y medianos, en las poblaciones subatendidas, como las mujeres, los migrantes, los pueblos indígenas, las personas con determinados tipos de discapacidad y las comunidades rurales. Pese a que se desconoce el número exacto, se estima que 11,9 millones de personas en todo el mundo tienen una deficiencia visual moderada o grave o una ceguera que podría haberse evitado, a causa del glaucoma, la retinopatía diabética y el tracoma.
Costos prevención
El costo estimado para prevenir la deficiencia visual es de 32.100 millones USD. Lo que constituye una gran oportunidad perdida de prevenir la considerable carga personal y social vinculada con la deficiencia visual y la ceguera.
Enfermedades comunes en niños y adultos
Errores de refracción: Son un tipo de problema de visión, el cual dificulta ver con claridad. Se presenta cuando la forma del ojo evita que la luz se enfoque correctamente en la retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo). Hay 4 tipos comunes de errores de refracción:
Miopía: Hace que los objetos lejanos se vean borrosos.
Hipermetropía: También llamada hiperopía, hace que los objetos cercanos se vean borrosos.
Astigmatismo: Puede hacer que los objetos cercanos y lejanos se vean borrosos o distorsionados.
Presbicia: Hace que sea difícil para los adultos mayores y de mediana edad ver las cosas de cerca.
Opacidad corneal: Es una modificación de la estructura transparente de la córnea, así como de la regularidad de su superficie, que puede afectar en mayor o menor medida la visión, donde la córnea se vuelve opaca, imposibilitando que la luz pase a través de esta y pueda llegar a la retina.
Tracoma: Es una enfermedad ocular que resulta de la infección por la bacteria Chlamydia trachomatis, esta enfermedad constituye un problema de salud pública en 42 países y es la causa de la ceguera o la incapacidad visual de 1,9 millones de personas.
Oncocercosis: Es una enfermedad parasitaria causada por la filaria llamada Onchocerca volvulus, es transmitida a los humanos por las moscas negras y puede causar graves afectaciones en la piel y en los ojos que puede llevar incluso a ceguera.
Conjuntivitis: Es una infección en la membrana transparente (conjuntiva) que recubre el párpado y la parte blanca del globo ocular, las causas más frecuentes de la conjuntivitis es una infección bacteriana o viral, una reacción alérgica o, en bebés, un conducto lagrimal parcialmente abierto.
Atención ocular integrada y centrada en la persona
La atención ocular integrada y centrada en la persona puede ayudar a hacer frente en los importantes desafíos que enfrentan muchos países en esta área. Este tipo de atención adopta una perspectiva del sistema de salud con cuatro estrategias:
Empoderar y hacer partícipes a las personas y las comunidades.
Reorientar el modelo asistencial basado en una buena atención primaria.
Coordinar los servicios dentro de los sectores y entre ellos.
Crear condiciones propicias, concretamente incluyendo la atención ocular en los planes estratégicos nacionales de salud, integrando datos sobre la atención ocular en los sistemas de información de salud, y planificando el personal que trabaja en este ámbito en función de las necesidades de la población.